La quinta edición de los Premios Alimentos de Cantabria, convocados por El Diario Montañés-Cantabria en la Mesa, con el patrocinio de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, BM Supermercados y CaixaBank, han recaído en empresas singulares y profesionales con un perfil destacado, con méritos acumulados que les hacen acreedores al reconocimiento público. Así, el premio a la industria agroalimentaria es para la cooperativa AgroCantabria; el premio al emprendedor es para David Fernández, propietario e impulsor de la fábrica Patatas Vallucas en Valderredible, su tierra; el premio a la innovación e internacionalización ha recaído en la conservera santoñesa El Capricho; el premio al productor ecológico será recogido por los responsables de EcoTierra Mojada, un proyecto agrícola y ecológico ubicado en Maoño (Bezana);el premio a la trayectoria es para la quesería artesanal La Jarradilla, en el municipio de Selaya; y, finalmente, el premio a la restauración y a la puesta en valor del producto agroalimentario de Cantabria se ha decidido que recaiga en los responsables del grupo hostelero Cañadío, Paco Quirós y Carlos Crespo.
Seis premios que se suman al palmarés de prestigio integrado por los ganadores en las cuatro ediciones anteriores cuyo acto de entrega siempre ha tenido lugar en Torrelavega, en concreto en el recinto de La Lechera.
Este año, la gala de entrega de premios ha tenido que retrasarse por el covid-19. Finalmente tendrá lugar el próximo miércoles, día 30, a las 19.00 horas, y el evento contará con todas las medidas de seguridad y prevención contra el covid. No se admitirá el acceso a ninguna persona que no haya confirmado asistencia, el aforo máximo será de 150 personas que deberán llegar al control de accesos 15 minutos antes del comienzo del acto, llevando mascarilla en todo momento. El protocolo contempla el respeto de la distancia de seguridad interpersonal de 1,50 m en todo momento.
Más de 120 candidaturas
El jurado de los premios, que en esta ocasión se reunió de forma telemática la pasada semana, estuvo formado por Iñigo Noriega (director de El Diario Montañés); Fernando Mier (director de la Oficina de Calidad Alimentaria, Odeca); Pilar Cavero (directora del CIFA, dependiente también de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; Iñaki Elio (director académico del Grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Europea del Atlántico); José María Zamanillo Sainz de la Maza (profesor y responsable de la Sede de Cursos de Verano de Santander, de la Universidad de Cantabria);Inés Méndez (jefa de producto Local de BM Supermercados); Adela Sánchez (responsable del área de Proyectos Europeos e Internacionalización de CEOE-Cepyme Cantabria) y José Luis Pérez (redactor jefe El Diario Montañés y coordinador de Cantabria en la Mesa).
Sobre la mesas los miembros del jurado tuvieron más de 120 candidaturas, correspondientes a las presentadas este año y a las que se arrastran de ediciones anteriores y que no fueron distinguidas. Como conclusión a los debates se puede afirmar que en Cantabria hay muchos aspirantes con méritos para recibir estos galardones.
La fusión de cinco cooperativas cántabras (SAM, Siete Villas, Cuenca del Besaya, Virgen de Valvanuz y S.A.T. Valle de Soba) permitió en 2006 la creación de Agrocantabria (AGC), que en la actualidad es el principal proyecto de índole cooperativista en el sector agroganadero de la región y uno de los más competitivos de la cornisa cantábrica.
Organización dinámica, desarrolla actividades comerciales y manufactureras, así como presta servicios de diversa índole para sus 1.800 socios. Destaca la elaboración de productos para alimentación animal, la recogida y venta de leche, la elaboración de productos cárnicos, la prestación de servicios agropecuarios y veterinarios; la distribución de maquinaria...
David Fernández García, campurriano de Reinosa pero con estrechos vínculos familiares con Valderredible, hace poco más de dos años puso en marcha un sueño que había comenzado a pergeñar en 2012 cuando estuvo cinco meses en el paro. Su gran espíritu emprendedor y su disposición siempre a aprender, a crecer y a alcanzar los objetivos, le llevó a dar un valor añadido a las patatas de Valderredible, reconocidas por su calidad. Y el resultado ha sido una fábrica de patatas fritas tipo chip de una de alta calidad. En apenas dos años 'Vallucas' es una marca reconocida a nivel regional y nacional entre los amantes del aperitivo, y sus patatas fritas ya se pueden encontrar en las principales cadenas y tiendas.
Industria conservera familiar nacida en 1992, con el objetivo inicial de producir anchoa del Cantábrico de la más alta calidad, de maduración lenta y larga, y con todos los pasos de elaboración realizados en Santoña. Al mismo tiempo, produce bonito del norte en conserva y en los últimos años se han centrado en la innovación y la calidad, ampliando la gama de productos, ofreciendo Salmuria (salmuera de anchoas y esturión en conserva (premio a la innovación en SIAL París 2018).
En los últimos tres años ha conseguido expandir las ventas a países como EEUU, Portugal, Francia, Alemania, Italia, Suiza, Mónaco, San Marino, China (Hong Kong), Corea del sur, Emiratos Árabes Unidos (Dubai), Dinamarca o Bélgica.
Eco-Tierra Mojada es una empresa agrícola familiar, dirigida por Diego González, con la experiencia de varias generaciones dedicadas con pasión a cultivar hortalizas y frutas por métodos tradicionales y ecológico certificados. Se ubica en Maoño (Santa Cruz de Bezana), donde dispone de una hectárea de terreno, parte al aire libre y parte bajo la cubierta de invernaderos, que además de protección a las inclemencias del tiempo sirve de unidad de captación de agua de lluvia para riego. En esta instalación hay habilitada una tienda al público, en la que se ofrecen productos frescos de temporada, propios, recién recolectados, complementados por otros que suministran empresas próximas de certificación ecológica.
La familia Diego, natural de Valvanuz, se estableció en la finca La Jarradilla en plena posguerra, en Selaya. El matrimonio formado por Máximo Diego y Gregoria Sainz construyó una pequeña cabaña de piedra tradicional y se asentó en ella, junto con sus 10 hijos y su pequeña ganadería, de mera subsistencia, compuesta por diez vacas.
En 1987 la familia Diego empezó a producir quesos tradicionales de los valles pasiegos, que complementaban la venta de leche. A partir de ese momento, el crecimiento progresivo de la demanda de sus quesos hizo centrasen en ello todo su esfuerzo, logrando una alta calidad reconocida con diferentes y poniendo en marcha visitas a la quesería que dinamiza el medio rural.
Cocinero –Paco Quirós– y empresario –Carlos Crespo– han gestado una alianza estratégica que, bajo la marca de Grupo Cañadío, han posicionado a los alimentos de Cantabria y la gastronomía regional en la capital de España. Ambos decidieron salir de la zona de confort definida por sus locales en Santander (Cañadío y El Riojano, respectivamente) para proyectar en Madrid lo mejor de la cocina regional a la que han sumado su capacidad de gestión. El resultado es un grupo que tiene abiertos en la capital del reino cuatro restaurantes, Cañadío, La Maruca, La Bien Aparecida y La Primera. Pero estos embajadores del sabor mantienen su espíritu emprendedor y en los próximos meses abrirán tres nuevos negocios con sello cántabro.
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