Una explosión de sabores, aromas, colores y texturas… auténtica cocina mexicana en El Burrito Loco

Característica por su variedad de sabores, aromas, colores, texturas y presentaciones y distinguida por la diversidad de ingredientes y especias que incluye su recetario. Así es la cocina mexicana, una explosión de emociones que ha sabido conquistar los paladares de cualquier rincón del mundo.

Y Cantabria no es una excepción. Disfrutar de una auténtica cocina mexicana, elaborada de manera 100% artesana y como manda la tradición es posible en el restaurante Burrito Loco, ubicado en Guarnizo. El local está regentado por Francisco González, 'Paco', quien a sus 73 años lleva toda la vida dedicada a la hostelería. Una pasión que le viene de familia. El suyo fue uno de los primeros apellidos que introdujo la gastronomía mexicana en la región y él se mudó desde Chihuahua a finales de los años 60 para trabajar en nuestras cocinas. Desde 2005 ofrece sus elaboraciones en este establecimiento de Guarnizo y, junto a su hermana, gestiona también el Mar de Cortés, en Santander.

El maíz, el chile y los frijoles son los elementos en torno a los que gira la cocina tradicional mexicana. A ellos se suman ingredientes de procedencia local e internacional. Y es aquí donde reside una de las mayores virtudes de esta gastronomía, ya que ha sabido integrar las influencias que otras culturas han dejado en su territorio al tiempo que pone en valor los sabores propios de sus distintas regiones. Un conjunto que da como resultado una excepcional riqueza culinaria. Muestra de ello es que, desde 2010, la gastronomía mexicana es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (UNESCO).

En Burrito Loco, Paco y su equipo plantean un amplio catálogo de especialidades, con más de cuarenta recetas elaboradas con un enfoque clásico y artesanal, «todo lo elaboramos nosotros e importamos productos directamente de México que combinamos con carne o verduras de Cantabria».

Los nachos, los tacos, las quesadillas y las tostadas con las señas de identidad de la casa. A ellos se suman las populares raciones de queso fundido, enchiladas, burritos, carnitas, cochinita pibil y pollo. Ofrece a sus comensales la posibilidad de disfrutar de un menú degustación para dos personas.

Completa su propuesta con bebidas mexicanas, cócteles y café de puchero mexicano, así como postres típicos, como por ejemplo la crepa con cajeta.

Y como parte de la experiencia, además de la comida, está el ambiente. Burrito Loco es una muestra de la cultura colorida que define lo mexicano. Así, el local, cuenta con numerosos motivos decorativos del país y presenta una línea decorativa sencilla pero colorida.

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