La Flor de Miranda, angulas, arroces, mariscos y pescados del Cantábrico

Una cocina tradicional y marinera que cuida al máximo la selección de las materias primas

José Luis Pérez

Santander

Miércoles, 29 de enero 2025, 14:56

Hay productos de temporada que, por su exclusividad, carácter premium y precio, solo se pueden encontrar en determinados restaurantes, generalmente negocios donde seleccionan al máximo ... las materias primas. Este es el caso de las angulas, cada vez más escasas lo que impide que su precio descienda hasta las cotas donde cualquiera se podría encontrar más cómodo. Pero en La Flor de Miranda, cada año, la familia Cuartas sabe que hay un perfil de cliente que quiere darse ese pequeño capricho y por ello programan unas jornadas gastronómicas con siete especialidades y a unos precios donde apenas hay margen: se trata de animar el restaurante y dar un aliciente al cliente para volver. Estas ya han comenzado con éxito y demanda y se prolongarán en tanto haya angulas, pero no mucho tiempo; es un manjar efímero al que no conviene dejar esperar.

¿Y qué tiene las angulas para que generen tanta expectación? No solo son un alimento, sino también un símbolo cultural y gastronómico que combina exclusividad, tradición y lujo. En España son un producto con una gran tradición, especialmente en regiones del norte, donde se han convertido en un plato típico de las celebraciones navideñas y otras ocasiones especiales. Su preparación es sencilla, como en la clásica receta de angulas al ajillo, para resaltar su delicado sabor.

Los arroces, en su punto, pueden ser de carabineros, langosta o bogavante

El equipo de cocina de La Flor de Miranda propone las angulas de siete formas: a la cazuela, con su ajo y guindilla –los 100 gr a 85 €–; en ensalada; en barquita, a 10 € la unidad de 10 gr.; con huevos (50€); con rape en salsa; con merluza en salsa y con cocochas en salsa (con 20 gr y a 45€ cada plato).

Y para acompañar

Para quien ya ha tomado anteriormente angulas, reencontrarse con este sabor aunque sea cada cierto tiempo, resulta extremadamente placentero, pero como de angulas no se alimenta solo el cliente, es necesario dirigir la mirada a la carta para completar el menú con alguna otra especialidad de la casa. Las raciones de marisco son una garantía; los arroces, en su punto, pueden ser de carabineros, langosta o bogavante; y los pescados del Cantábrico se elaboran tanto a la plancha como al horno o en salsa. De postre, la tentación son las fresas flambeadas y helado.

Santander