La gastronomía como entretenimiento y relato personal

La obra, que ve la luz a través de la editorial cántabra El Desvelo, es un ensayo en apariencia y, en el fondo, un artefacto a modo de caleidoscopio que disecciona las cosas de otra manera. Una breve historia de la gastronomía española contemporánea, o lo que es lo mismo, «de esa revolución que ha llevado en apenas 50 años del bocata de calamares en la tasca al 'food porn' en las redes sociales, a los esnobs del vino, a los gastrónomos especialistas en estrellas Michelin y a los niños prodigio cocinando en la televisión». Remartini repasa con humor esa transición acelerada, apoyándose en decenas de libros, reivindicando a Julio Camba, Santi Santamaría y Manuel Vázquez Montalbán, aportando un enfoque tan sorprendente como divertido. Libro divertido –que se presenta hoy en la librería La Vorágine (a las 19 horas)–, es «un relato personal sobre el amor por la comida y la bebida, entendidos como placer, libertad y refugio para nuestras incongruencias. Y es, además, «una pequeña colección de cuentos breves, que entretejen todo lo anterior».

Remartini y Pedro Vallín presentarán la obra «al tiempo que se cocina de modo que el público podrá degustar tanto el libro como el resultado del guiso». Remartini (Zaragoza, 1971) alias que David Remartínez Martínez ha utilizado durante años para escribir de comida y de bebida en internet, ejerció su labor profesional durante años en medios de Vocento (El Comercio y El Diario), entre otros, a la vez que montaba sus particulares «apocalipsis en diversas cocinas domésticas intentando aprender a hacer pan, asar animales o laminar ajos sin filetearse también los dedos». El autor define así los ingredientes y la receta de 'La puta gastronomía': «Con humor, y rebuscando entre mis libros favoritos de cocina, me dedico a derribar los mitos que defienden los profesionales del 'gourmetismo' y a cuestionar algunas de las mentiras que como público nos hemos tragado, para recolocar la gastronomía donde debe estar siempre: alrededor de una mesa que acerque a la gente, en lugar de separarla en castas».