Gobierno y Alfoz de Lloredo aceleran para que el limón de Novales tenga una IGP

Conseguir la aprobación de la IGP para los limones de Novales es un proceso largo en el tiempo y muy burocratizado, como todo lo que envuelve a la Unión Europea. Pero un dato clave es que la petición debe partir desde los propios productores, desde una asociación que englobe al mayor número de ellos y que se comprometan a cumplir con unos pliegos para comercializar sus productos.

Las administraciones local y regional, en este caso, son meros vehículos de la solicitud formal. Pero eso no es óbice para que tanto desde la Consejería de Desarrollo Rural, que dirige Pablo Palencia, como desde el Ayuntamiento que preside Enrique Bretones, se esté intentando acelerar la puesta en marcha del proceso. Así, el Ayuntamiento se apoya en la Ingeniería Emilio Casuso para desarrollar los trabajos que exigen la caracterización del limón de Novales, así como las pruebas químicas y organolépticas, para las que está previsto contar con el respaldo de la Universidad Europea del Atlántico.

Para mostrar su apoyo y para realizar una puesta en común con los productores de limón en Novales –ya amparado con el sello Calidad Controlada de la Odeca–, el pasado lunes tanto el consejero de Desarrollo Rural como el alcalde de Alfoz de Lloredo expresaron su voluntad de impulsar este experiencia y de colaborar en todo lo posible con el sector.

«La IGP es posible para los limones de Novales» afirmó Palencia, al tiempo que recordó la importancia de iniciar este proceso «unidos». Para ello, el consejero ha invitado a los productores a constituirse en una figura jurídica que les agrupe y con la que puedan iniciar, con el apoyo del Gobierno, la tramitación para la obtención de este sello de calidad.