Hoy hacemos en casa tomates rellenos de ensaladilla de gambas

Con ellos, hemos hecho en casa un plato de los que no se olvidan, sencillo, fresco y perfecto para una comida ligera pero saciante. Unos tomates rellenos de ensaladilla de gambas, casi nada. Los tomates de Ginés son perfectos para esta receta. Son hermosos y bien carnosos, y como los vamos a rellenar tendremos que vaciarlos previamente, así obtendremos una maravillosa pulpa que os recomiendo trituréis y mezcléis con un poco de aceite para untar en unas tostadas de pan y desayunar como reyes. O también para hacer un sofrito de tomate para el ya clásico arroz de los domingos o una simple salsa de tomate que no olvidaréis.

Para empezar lavamos los tomates, cortamos la corona y los vaciamos con ayuda de una cuchara vaciadora, de esas redondas para hacer bolitas de melón –no rosquéis mucho porque las paredes del tomate tienen que tener consistencia–. Una vez hecho este paso salamos ligeramente el interior de los tomates y los dejamos escurrir boca abajo sobre un papel absorbente.

Nos ponemos con el relleno, para la ensaladilla de gambas vamos a hacer nuestra peculiar versión que no está nada mal. En primer lugar necesitaremos unas gambas que coceremos unos segundos en agua hirviendo con sal. Es importante no pasarse de tiempo de cocción y enfriarlas en cuanto las saquemos en un bol de agua con hielo y sal, para que nos queden en su punto. Las pelamos y reservamos las cabezas.

Nos ponemos ahora con las patatas que vamos a pelar, trocear y cocer en el agua con sal de las gambas durante unos 25 minutos, intentaremos que no se deshagan demasiado, aunque no nos importe ya que luego la vamos a romper. Coceremos un par de huevos para incorporar picados bien finos y un par de latas de bonito en aceite.

La diferenciación viene aquí, necesitaremos pepinillos y piparras encurtidas bien picados que aportarán además de su característico toque ácido una textura más crujiente al plato, amen de unas aceitunas deshuesadas que no pueden faltar.

Cuando tengamos las patatas cocidas las dejamos enfriar. Necesitamos todos los ingredientes fríos para poder empezar a mezclarlos en nuestra fuente y así se integren por completo. La patata la rompemos, ahora sí, un poco con un tenedor y encima vamos añadiendo el resto de ingredientes, mezclando poco a poco con cuidado.

Llega el turno de la mayonesa, la hacemos como siempre con un huevo y aceite, os recomiendo girasol, para que no predomine el sabor, estrujamos bien las cabezas de las gambas en el vaso de batir para que nos dejen toda la sustancia que contienen, y aportarle a la mayonesa más intensidad de sabor a gamba, a mi me gusta incorporar un toque de ajo, un twist de limón y unas gotas de vinagre. Añadimos la mayonesa y mezclamos bien.

Rellenamos los tomates con la ensaladilla y los metemos un poco en la nevera. Os recomiendo no servirlos muy fríos, es mejor sacarlos unos minutos antes de comer. Veréis que maravilla de plato y las felicitaciones que vais a recibir.