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La formación es incuestionable si hablamos de competencias y competitividad en cualquier sector. Y tanto la gastronomía como la agroalimentación no son la excepción. Casi uno de cada tres cántabros tiene estudios de Formación Profesional y dos de cada cinco estudiantes cántabros cursa estudios de FP tras la Educación Secundaria Obligatoria, según se desprende del último análisis del Observatorio de la Formación Profesional que, a su vez, confirma que en Cantabria, la población que actualmente cuenta con estudios de Formación Profesional alcanza el 31,87%.
En lo referente a los sectores de estas familias profesionales, el informe muestra cómo la FP, además de ofrecer multitud de salidas laborales, tiene un papel relevante como generadora de oportunidades de empleo, tanto en la producción de alimentos como en su cadena de valor, la hostelería, uno de los sectores más estables. El 21,2% de la población ocupada en este sector cuenta con estudios de FP: el 0,2% de Básica; el 10,2% de Grado Medio, y el 10,8% de Grado Superior. Asimismo destaca por la alta presencia de personas con un nivel formativo que no supera la ESO, el 43%. Este hecho convierte a la FP en una opción estratégica para impulsar la productividad del sector.
Existen dos fuerzas motoras para la generación de oportunidades de empleo: la expansión de un sector económico o el remplazo de personas que abandonan el mercado laboral principalmente por jubilación. Como consecuencia, el remplazo generará el mayor porcentaje de oportunidades de empleo.
Según las previsiones del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional, la hostelería representará el 10% de las oportunidades de empleo totales que se van a abrir en los próximos 14 años, hasta 2035, y estima que el 22% de dichas oportunidades (23.473) estarán destinadas a la FP. En lo que respecta al sector agrario, Cantabria es una de las diez comunidades que más oportunidades de empleo generará (190.408).
Actualmente el sector 'agro' emplea a más del 6% de la población ocupada española y según el SEPE, la hostelería española se compone de cerca de 320.000 establecimientos que dan empleo directo a 1,7 millones de trabajadores, lo que supone el 8% del empleo total de España.
Tres son las familias profesionales asociadas –Agraria, Hostelería e Industrias Alimentarias– con una docena de títulos
Solo Uneatlántico ofrece tres grados oficiales vinculados a la ciencia y tecnología de los alimentos, la gastronomía y la nutrición
A nivel formativo, el sector agroalimentario se vincula a dos familias profesionales que son la Agraria y las Industrias Alimentarias. El 42% de los titulados en la familia profesional Agraria proviene de Grado Superior y es la que más profesionales aporta al sector, el 26,8%. Por otro lado, el 26% de la población ocupada en el sector de la Industria Alimentaria cuenta con estudios de FP, y el 43% de los ocupados no cuenta con educación postobligatoria.
En el caso de la familia profesional de Industrias Alimentarias, el 61% de los titulados proviene de Grado Medio, estando el mayor porcentaje de contratación permanente en las personas con estudios de Grado Superior.
La familia con mayor matriculación en cursos de especialización de Grado Medio es Hostelería, con un 49,5%. Y dentro de esta, el 52,3% de los estudiantes en Panadería y bollería artesanal son mujeres.
En Cantabria son tres las familias profesionales asociadas al sector agroalimentario: Agraria, Hostelería e Industrias Alimentarias, con algo más de una docena de títulos en diferentes centros formativos de Santander (IES Peñacastillo –Escuela José Luis González–); Laredo (IES Fuente Fresnedo); Castro Urdiales (IES Ataúlfo Argenta); Torrelavega (IES Besaya); Heras (CIFP La Granja); Villacarriedo (CC Escolapios) y Santa María de Cayón (IES Lope de Vega). Todos ellos desembocan en trabajos muy vocacionales dentro de varios sectores que son tendencia y están en constante evolución.
Ejecutar elaboraciones culinarias, envasar, conservar los alimentos, preparar el lugar de trabajo para el cocinado o conocer la oferta gastronómica son algunas de las competencias propias de la familia de Hostelería.
En industrias alimentarias la capacitación se centra en los tratamientos agroquímicos y biológicos, cultivos, horticultura o agricultura ecológica, incluyéndose el manejo y mantenimiento de maquinaria agrícola así como la producción de ganado; y en la rama agraria el abanico de cualificaciones también es amplísimo con elaboración de quesos y productos lácteos, panadería y bollería, confitería, vino y cerveza hasta despiece y elaboración de productos cárnicos, entre muchos otros.
Los técnicos superiores también podrán acceder a la universidad. En Cantabria, solo Uneatlántico ofrece tres grados oficiales (con opción de cursar dobles titulaciones) vinculados a la gastronomía, la ciencia y tecnología de los alimentos, y la nutrición, con una duración de cuatro años. Estos planes de estudio combinan contenidos de química, física o biología, con economía, nutrición, antropología y psicología de la alimentación o gastronomía internacional.
Todos están orientados a adquirir habilidades directivas para liderar proyectos en diferentes ámbitos vinculados a la gastronomía, la restauración, la ciencia y la tecnólogía de los alimentos, desarrollando la creatividad al máximo nivel para alcanzar la innovación.
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