Hoy hacemos pizza de pulpo con mozarella fresca

Paso a paso

• La masa: Es muy sencilla. Necesitaremos unos 250 ml de agua tibia, 300 gramos de harina, una cucharadita de sal, un sobre de levadura y un chorrito de aceite de oliva. Nada más. Mezclamos todos los ingredientes en un bol hasta que consigamos una bola de masa lo suficientemente seca para que no se pegue en las manos. Enharinamos el bol y la dejamos reposar unas horas tapada con un trapo hasta que doble su volumen. Si sobra un poco de masa, la podemos amasar de nuevo, la envolvemos bien en papel transparente y la guardamos en el congelador. Simplemente tendremos que acordarnos de sacar la masa del frigorífico con 2-3 horas de antelación para que le dé tiempo suficiente a descongelarse.

• Rodillo: A partir de aquí solo hay que cortar la porción que vayamos a formar dependiendo del tamaño de la pizza y estirarla bien con un rodillo. Es conveniente pincharla un poco para que no se infle y hornearla unos minutos con el horno a todo lo que dé, para que pierda algo de humedad.

• Pulpo: Vamos con el pulpo, si queréis acortar el proceso podéis comprar las patas ya cocidas, aunque ya sabéis que podéis cocerlo en casa. La elección es vuestra. Una vez cocido lo reservamos y lo dejamos enfriar.

• Tomate: La salsa de tomate es otro de los detalles que hará que nuestra pizza sea un éxito. Intentaremos poner siempre tomate casero. Con solo manchar la masa nos vale no hace falta poner grandes cantidades.

• Horno: Manos a la obra. Precalentamos el horno a tope, arriba y abajo, y estiramos la masa tal y como os he comentado antes. Ponemos un par de cucharadas de tomate y las untamos por la masa, sin llegar al borde –tenemos que dejar un poco de margen.

• Queso: La elección del queso es fundamental, a mi me parece que una mozarella fresca para esta pizza es perfecta. La escurrimos bien, la cortamos y la vamos poniendo por encima de la masa aleatoriamente, seguidamente cortamos el pulpo, como si lo fuésemos a preparar a la gallega, y lo ponemos también por encima.

• Tiempo: Metemos la pizza en el horno, primero en parte de abajo durante unos 6 minutos y luego la subiremos hacia arriba otros 5/6 minutos, hasta que veamos que ya está lista.

• Toque final: El toque final se lo vamos a dar una vez esté horneada. No es más que preparar un aceite mezclando con un pimentón un poco picante. Lo emulsionamos un poco y rociamos la pizza con la cantidad que nos apetezca.