Los Infantes, excelsa cocina tradicional y gran producto

Cuando hace años pregunté a los responsables de una famosa guía roja de restaurantes por qué los restaurantes más tradicionales y de alto nivel no eran contemplados para recibir estrellas, la respuesta fue que su guía tiene una orientación -más que respetable- hacia la cocina contemporánea, más moderna y vanguardista. No obstante, los grandes templos del producto y caracterizados por una cocina 'de siempre' tienen cabida y son destacados en otros conceptos de la influyente publicación. Por ello, cuando visitas alguna casa de comidas que brilla por su cocina excelsa tradicional, donde saben manejar el producto, que renuevan la carta, que tienen regularidad y que corresponden al cliente con un buen servicio, siempre añoras la idea de que hubiera una guía que pusiera el foco en este tipo de negocios, que no son tantos, y que se les premiara con estrellas, soles o sartenes...

En este hipotético caso, de lo que no cabe duda es que uno de los restaurantes que tendrían asegurada su presencia es Los Infantes Gourmet, un establecimiento que quizá puede ser más conocido por su especialización en arroces, pero donde hay una carta con muchas más especialidades, sobresalientes elaboraciones, esmeradas presentaciones y sabores auténticos.

Elegir Los Infantes Gourmet para comer es una apuesta segura, sinónimo de éxito para cualquier paladar. Su propietario y chef, Antonio Ruiz, derrocha experiencia de más de sesenta años de carrera profesionales, y al mismo tiempo ilusión por estar al día e incorporar novedades a la carta, como ahora ha hecho. Así, desde la cocina propone nuevos platos, una vieiras, un jarrete de lechazo churro, un timbal de espinacas con una picada de bacalao y migas, un arroz caldoso de cigalas con un fondo de maganos o un escalope vienesa, que es similar a la milanesa, empanado con pan y queso, con una mantequilla especial por encima y unos espaguetis a la mantequilla.

También en la carta de vinos se han sumado nuevas referencias, completando un abanico de propuestas muy variado y en el que no faltan los grandes vinos de siempre y del momento.

Además de las agradables instalaciones donde se ubica Los Infantes Gourmet, en El Sardinero, detrás del Gran Casino y del Hotel Hoyuela, este restaurante destaca también por un servicio de sala muy personalizado con Marián González al frente. La experiencia para el comensal es muy agradable, de principio -cuando llegan el aperitivo, la mantequilla y el aceite- hasta el final -café Dromedario y petit fours-. Entre medias, platos de primer nivel con detalles propios de un gran chef aunque el concepto sea tradicional y sencillo. Esto ocurre con los tacos de salmón ahumado con dos salsas y sus huevas; con el exquisito revuelto de huevo, boletus y foie, uno de esos platos que quieres que no se termine nunca; en un imperial arroz meloso con carabineros...

Aquí cada plato es un lujo, desde el escalfado de tomates con bonito hasta el foie de elaboración casera, las ensaladas, la ensaladilla, las verduras, los platos de caza -otra gran especialidad de Antonio que merece la pena probar en temporada-, el pulpo y, por supuesto, los arroces. Más de una veintena de sugerencias para elegir, arroz con todo tipo de acompañamientos y, lo que es más importante, con una gran regularidad.

Con los postres, el brillante final está asegurado, tanto por el pastel con queso que lleva más de 20 años en carta, como por otros más actuales, caso del bombón helado con chocolate.

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