El irresistible sabor de Solana

Solana se ha sumado a la iniciativa Gastroplan, de El Diario Montañés, y ha elaborado para todo este mes de marzo un menú a un precio de 55 euros, bodega incluida, en el que ofrece lo mejor de su cocina.

En el comedor de este restaurante ubicado junto al monasterio de la Bien Aparecida, la patrona de Cantabria, con unas magníficas vistas, y donde la naturaleza prácticamente se toca con las manos, ejerce como anfitriona Inma Solana, con Noelia Hermosilla como responsable de sala. El servicio es otro de los puntos fuertes del establecimiento.

Tres tipos de pan -rústico, semillas y pipas, dulce de croissant- y un aperitivo de foie con avellana carameliza abren este menú Gastroplan, junto a los vinos blancos y tintos de la bodega Carlos Moro (DO Ribera del Duero). Sin duda, una buena muestra de lo que se esconde detrás de las puertas de la cocina del chef ampuerense.

Las croquetas campeonas del mundo de Solana y los buñuelos de compagno aparecen a continuación en la mesa. Las croquetas que ganaron el concurso de Joselito en Madrid Fusión 2017, efectivamente se merecen tal galardón. Una besamel líquida, la calidad de la leche de Cantabria, un buen jamón ibérico y el rebozado crujiente son las señas de identidad de este rico bocado. Atrevida es la apuesta por los buñuelos, en la que los 'sacramentos', esa carne que acompaña al cocido y que tradicionalmente se dejaba para comer al día siguiente, alcanzan un rango superior. Hay que destacar el acertado toque de picante y la textura del rebozado.

Original y llena de matices es la ensalada de tomate y bocarte con aliño de mar y caviar Nacarii, con la espina del pescado tostada que se recomienda utilizar como pan, que viene a continuación. Un plato sabroso, refrescante, en el que ese guiño a la tradición tiene todo el protagonismo. Al igual que la yema de huevo 'campero del Asón', con seta enoki, remolacha y tomate. Este es otro de las combinaciones sobresalientes del menú, y otra gran apuesta de Solana.

El rape con pasta de mar, curry rojo y molusco, es la oferta de pescado del menú Gastroplan. Otra original combinación de sabores que, sin embargo, respetan el de la carne del pez. Sutil y muy interesante es el toque de curry aquí nada ofensivo.

Tierno, jugoso y sabroso es el cordero lechal en su jugo, con cogollo a la plancha. Una combinación perfecta para acabar con el apartado salado, que se cierra con un postre que se ha bautizado como 'quesada 2.0'. Distintas texturas en un dulce tradicional en que el sabor de la leche de Cantabria asoma por todos los costados.

El menú, que además incluye una taza de café Dromedario, está pensado para, además de disfrutar de las bondades de cada plato, disfrutar de una buena tarde en uno de los rincones más bonitos de la región. Una comida sin prisas y un relajante paseo posterior, si la tarde acompaña.