Jesús Sánchez abrirá un restaurante en Madrid a finales de año en el Villa Magna

Las tres estrellas Michelin para un chef son un pasaporte que abre puertas en cualquier lugar del mundo, al tiempo que conlleva oportunidades de negocio. Jesús Sánchez es consciente de ello y no quiere perder el tren que representa ser el último chef que en España ha conseguido tan importante galardón (desde el 20 de noviembre de 2019). La pandemia, sin embargo, le ha impedido lucir con todo su esplendor las tres estrellas en su establecimiento de Villaverde de Pontones, tanto por los sucesivos cierres, por las precauciones de los clientes y por la falta de un turismo nacional e internacional de alto poder adquisitivo que es el público objetivo de un establecimiento de este perfil.

En las circunstancias actuales, el chef y propietario del restaurante Cenador de Amós, también con tres soles Repsol, ha decidido aplazar la reapertura -prevista para finales de marzo- al estar las fronteras regionales cerradas. Según evolucione la situación, el Cenador abrirá en abril o quizá en mayo. Entienden Jesús y Marián Martínez -su esposa y directora del restaurante- que para poner en marcha toda la maquinaria de un tres estrellas, 30 personas, es necesario disponer de reservas foráneas.

Entre tanto, el chef navarro está preparando su desembarco en Madrid. Jesús Sánchez quiere tener un restaurante en la capital, sin que ello implique cerrar la casa madre de Villaverde más allá de lo habitual, entre diciembre y marzo (por vacaciones).

La fórmula ya la han desarrollado con éxito otros empresarios y cocineros, en su día Víctor Merino o Santi Santamaría, y más recientemente el andaluz Dani García, por ejemplo. El objetivo es contar con una segunda marca que respalde la imagen de su gran proyecto en Cantabria, y que además le permita intensificar la actividad de sus equipos, prolongar la temporada, generar nuevos proyectos y captar más y nuevo público. Y, por qué no, alguna nueva estrella.

Madrid, hoy por hoy, es una 'mina' en rentabilidad para restaurantes que hagan bien las cosas. Mucho público y una amplia clientela de hostelería con alto poder adquisitivo.

Desde hace tiempo, el chef del Cenador de Amós tenía puesto el foco en un Madrid crisol de tendencias. Su responsabilidad hasta otoño de la cafetería del Centro Botín no hizo más que retrasar una decisión previsible. Sánchez ya había tenido ofertas para participar en negocios en la capital, pero la búsqueda con 'pasión' de la tercera estrella y la gestión de la citada cafetería le llevaron a ser cauto a la hora de abordar aventuras empresariales en la capital, como han realizado sus amigos y en algún caso socios, Carlos Crespo y Paco Quirós. El gran éxito de ambos seguramente que ha animado a Jesús y a Marián a tomar la decisión de poner una pica en Madrid.