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Cocina antigua. DM
Cocinas en el infierno
La Libreta

Cocinas en el infierno

José Luis Pérez

Santander

Jueves, 13 de marzo 2025, 21:28

Cuando tienes la oportunidad de conversar con cocineros profesionales veteranos, ya retirados y dispuestos a rememorar los mejores y peores momentos de su trayectoria, te ... das cuenta cómo el panorama ha cambiado en el ámbito de esta profesión tan sacrificada como entregada a satisfacer el paladar de los demás. Hace décadas, eran tiempos en los que las cocinas estaban en los sótanos de los restaurantes u hoteles, apenas había luz natural, el calor era infernal y se carecía de la mínima circulación de aire. En el día a día, las jerarquías estaban muy definidas y el jefe de cocina era el dueño y señor de los fogones, compartiendo lo mínimo posible sus recetas magistrales y secretas. Costaba llegar a ser discípulo ya que antes había que ganarse su confianza. La tensión estaba a la altura de los sudores del equipo. Y la relación con los profesionales de sala, sobre todo con el maitre, era tirante. Cada reyezuelo quería dominar su territorio sin interferencias. Precisamente era el maitre el que se llevaba todos los elogios de la clientela, al que se le rendía pleitesía para que sus atenciones tuviesen continuidad. Y su figura tenía proyección más allá de las cuatro paredes del restaurante.

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