Para elegir la mejor mesa...

Por todo ello, y ahora que estamos a tiempo, conviene hacerse una lista de sitios a visitar, tener presente los días que cierran y hacerse cargo de la capacidad con la que cuentan, ya que a medida que se reducen las plazas será más complicado conseguir mesa en los días del verano más señalados en el calendario.

Y como segunda pauta, conviene reservar –con el propósito firme de ir– y no sorprenderse porque cada día más sitios soliciten la tarjeta de crédito para evitar sorpresas desagradables.

Ya en el restaurante, nos acomodarán en una mesa con capacidad para el número de comensales previsto. En este instante surgen más de una controversia. Está el cliente que se acomoda donde le indiquen, pero también hay quien 'exige' una mesa concreta, esa que tiene las mejores vistas. Pero no siempre es posible...

Cada restaurante tiene su protocolo de funcionamiento y hay que respetar el criterio. Por ello es bueno preguntar a la hora de hacer la reserva. Lo más habitual es que las mesas se asignen de acuerdo al orden de llegada, bien de las reservas o de acceso del comensal al restaurante. En ambos casos, lo mejor siempre es hacer las cosas antes que a última hora...