Poner la primera piedra

Para 'poner la primera piedra' –y el tema es más complejo como para abordarlo en este breve comentario semanal– se precisa capacidad inversora, conocimientos, un proyecto empresarial, personal cualificado y talento para ser capaz de conquistar al cliente. Es un cóctel complejo en el que, si falla un ingrediente, el fracaso puede ser inminente y las pérdidas cuantiosas. En el contexto económico actual y con estas premisas resulta complicado que jóvenes formados y con ganas de pilotar su propio proyecto puedan dar el salto a tener su propio restaurante.

Ahora que tanto se presume en Cantabria del alto nivel de su gastronomía a nadie se le debería olvidar mirar al horizonte, hacer cábalas de cara al futuro. Los grandes cocineros que ahora dan lustre al sector no van a ser eternos y el mismo relevo generacional que se reivindica en el sector agroalimentario es preciso cultivarlo en la hostelería. Hay muchos negocios que cerrarán por falta de continuidad familiar y muchos jóvenes que no tienen oportunidades. Antes que ver locales con mucha historia cerrados habría que tender puentes. ¿Quién? ¿Cómo?