Kandela: Pasión por las brasas y carnes muy selectas

En Kandela encontrará, además de un servicio profesional capitaneado por Manu Alonso, una variedad de carnes maduradas en su justa medida, de razas y de cortes a los que solo una selección muy profesional puede llegar. Pero por la parrilla que controla con mimo un joven de origen uruguayo, Emanuel Quiroga, no solo pasan carnes, sino también pescados y otras materias primas como las verduras, el pulpo o los gambones que conforman la carta del restaurante, suficientemente variada, sugerente de día y de noche, y capaz de adaptarse a lo largo del año a los productos de temporada.

Por todo ello, Kandela es un restaurante para disfrutar en compañía mejor que solo, y quizá una fórmula en la que merece la pena profundizar es reservar para seis u ocho personas, un grupo de amigos o familia, para así tener la oportunidad de probar y comparar diferentes cortes, razas o maduraciones de carnes excelsas preparadas a la brasa.

La cocina de brasas o a la parrilla necesita precisión y técnica ya que de lo contrario los resultados no serán satisfactorios. Aquí se ha conseguido, en este sentido, dar un toque sutil a las carnes y demás elaboración sin que los aromas y sabores sean invasivos.

Como punto de partida, la carta tiene entrantes fríos y calientes. Destacan el tartar de salmón sobre aguacate braseado –ejemplo de la sutileza comentada anteriormente–; anchoas selección Conservas Catalina; ensaladilla rusa; tomate de Cantabria (fincha La Cachona, ya en su punto); brioche de chistorra de Lasarte;parrillada de verduras –tomate, pimiento rojo, cebolla, trigueros, calabacín y berenjena–;rabas de calamar;croquetas cremosas de jamón ibérico; buñuelos de bacalao con alioli;pimientos de Isla asados con AOVE y sal maldon; morcilla de Herrera; chorizo criollo con chimichurri y torreznos de Soria.

Antes de entrar en el meollo de la carta, del mar hay los pescados del día, una pata de pulpo, patata cremosa y mojos, lubina con su refrito y patata panadera y gambón a la parrilla.

Una cámara de maduración para los chuleteros y la parrilla de enormes dimensiones ya son toda una declaración de intenciones que no pasan desapercibidas. Luego llegará la decisión de elegir entre un chuletón de vaca madurado, un tomahawk de cebón al peso, un T- bone madurado, un solomillo de vaca vieja, un entrecot de lomo bajo de vaca madurado, presa ibérica, picaña a la brasa con salsa huancaína, churrasco de black angus, steak tartar de solomillo de vaca, molleja a la brasa o entraña de vaca. Además del ya citado black angus, hay frisona, wagyu, simmental, tudanca, limusina... Lo mejor de cada momento. En esta ocasión, magnífica tanto la presa ibérica macerada en chimichurri casero sobre una base de piña como la pieza de wagyú de Santa Rosalía. Carnes en su punto, con su sabor y brasa en su justa medida. Guarnición clásica de patatas y pimientos y raciones más que suficientes.

No será fácil decir que no a un postre. La tarta de queso, el arroz con leche o el flan de huevo al caramelo –seña de identidad del grupo– no fallan, pero también merece la pena probar la piña asada o una creativa composición de chocolate y aguacate.

Calle: C/ Bonifaz, 9. Santander.

Teléfono: 942 52 65 83.

Propietario: Carlos Crespo (Grupo Riojano)

Inaugurado: 17 agosto 2022.

Responsable de la parrilla: Emanuel Quiroga.

Jefe de sala: Manuel Alonso.

Estilo de cocina: De parrilla, carnes y también pescados a la brasa.

Precio medio de la carta: Entre 40-50 euros.

Menú diario: No.

Capacidad: 70 comensales.

Terraza: No.

Horario: Servicio almuerzo y cena.

Cierra: Domingo noche y lunes.

Bodega: Unas 60 referencias.

Café: Dromedario.

Wifi: Sí.

Aparcamiento: Zona de OLA y subterráneo de Castelar o Tetuán.