Jonathan, Álvaro, Eduardo, Yolanda, Cristina, Felipe y José María. dm
Laury, un pionero de la parrilla con una trayectoria vinculada a la carne roja
50 aniversario ·
Inaugurado por la familia Llata Rebolledo en 1971, el mítico restaurante de Cuatro Caminos funciona bajo la dirección de José María Cañedo desde hace 15 años
El restaurante Laury es historia viva de la gastronomía de Santander, ya que cincuenta años de trayectoria le contemplan desde que abrió sus puertas el 10 de junio de 1971; y siempre con la parrilla como principal imán para atraer a sus clientes, conocedores de que aquí, las buenas carnes, especialmente rojas, y los productos de temporada son cuidadosamente seleccionadas para desplegar una cocina tradicional de las que gustan a todo tipo de comensales.
Paco Rebolledo, en la casa desde 1971 hasta 2019.
Entre su inauguración y el 1 de agosto de 2006 estuvieron al frente del negocio Laureano Llata y su esposa Pili Rebolledo, durante muchos años responsable de la cocina. Con ellos empezó a los 16 años Paco Rebolledo, que ha sido testigo de la casi totalidad de la historia del restaurante hasta que se jubiló el 15 de enero de 2019. Previamente, el restaurante había cambiado de manos y desde hace 15 años lo dirige José María 'Chefo' Cañedo, quien, con acierto, ha sabido mantener la línea, el estilo y la regularidad de un establecimiento icónico en el barrio de Cuatro Caminos.
Durante décadas han sido miles de clientes los que han disfrutado en Laury con sus especialidades, con su cuidada carta de vinos –y desde hace unos años también de vermuts– y con el buen trato que siempre se ha dado por parte de sus responsables. Sin duda, no puede olvidarse como el restaurante ha crecido también a la sombra del Hospital Marqués de Valdecilla, ya que muchos de sus profesionales encontraban en esta casa el lugar idóneo para hacer un alto en su jornada laboral.
La carne, suministrada por Camarsa, es seña de identidad del Laury.
Algo diferente
El restaurante Laury siempre se ha mantenido fiel a la carne a la parrilla, no en vano fue un pionero cuando instaló la primera parrilla en el año 1971. Recuerda Paco Rebolledo que «fue un boom, algo diferente, que nos permitió captar mucho público no solo del barrio».
En la actualidad, el chuletón es sin duda el plato estrella. También se preparan a la brasa el entrecot, el solomillo, el cabrito y las chuletillas de lechazo. En el caso de las carnes rojas de vacuno son seleccionadas por Camarsa y llegan al restaurante con una maduración media de unos treinta días.
Arriba, chipirones encebollados. Abajo, las rabas de calamar fresca son especialidad. A la derecha, paella de marisco.
DM
Para abrir boca, el restaurante cuenta con entradas tan sugerentes como las ensaladas (de ventresca, de foie, de burrata o solo de tomate de Cantabria), con el salpicón, los mejillones (al gusto o en escabeche casero), la ensaladilla rusa de langostinos, el pulpo a la gallega, las albóndigas de merluza y langostinos, las croquetas (de jamón, carne de cocido o txangurro), las mollejas, los callos caseros, los pimientos rellenos y, sobre todo, las rabas de calamar fresco, una especialidad de la casa exquisita, entre las mejores de la ciudad.
También fue pionero este restaurante en la instalación de un vivero propio. De aquella época se mantiene la tradición de ofrecer cualquier tipo de marisco de encargo. Para el día a día, siempre hay en carta gambas y langostinos frescos, almejas al gusto, zamburiñas y colas de langostinos.
La idea que nació en Cabañas de Virtus
A Laureano Llata (Laury) le gustó la idea de un restaurante con parrilla que vió en la localidad burgalesa de Cabañas de Virtus y la trasladó al nuevo restaurante que abrió en 1971 junto a su esposa Pilar Rebolledo. Previamente, durante algo más de un año regentaron en la misma zona el bar Costa Brava.
En Laury siempre ha permanecido en el mismo sitio, donde antes se ubicaron una tienda de ultramarinos, otra de electrodomésticos y un bar. En 1975 se ampliaron las instalaciones y se reformó. La otra gran modernización data de 1998.
De sus primeros años, recuerda Paco Rebolledo, la mucha vida y actividad de la zona de Cuatro Caminos:«A las 8 había gente esperando para cenar. Entonces el día más flojo era el viernes y el más fuerte el domingo, incluso por las noches». Eran tiempos en los que un vino costaba 1,50 pesetas.
Arroces
Entre las novedades recientes de la carta destacan los arroces, que también se preparan para recoger y consumir a domicilio. Hay cinco opciones, desde el arroz con almejas hasta el negro con calamares y ali oli, el de carrilleras y setas, el marinero caldoso y la paella de marisco.
En el caso de los pescados, disponibles según mercado, las elaboraciones son a la plancha, al horno, fritos, rebozado o en salsa verde, según se trata de merluza, rodaballo, machote, lenguado, lubina, jargo y rape.
En el capítulo de postres, no deben caer en el olvido las tartas de queso al horno, de hojaldre o chocolate, al igual que la leche frita o los helados variados.
RESTAURANTE LAURY | SANTANDER
Dirección:
Av. Pedro San Martín, 4. Cuatro Caminos.
Teléfono:
942 33 01 09.
Propietario:
José María Cañedo (desde 1 de agosto 2016).
Inaugurado:
10 de junio de 1971.
Encargado:
Jonathan Valle.
Jefe de cocina:
Felipe Miguel.
Cocinera:
Yolanda Ceballos.
Ayudante de cocina:
Cristina Cuétara.
Responsable de comedor:
Eduardo Jenaro.
Camarero:
Álvaro Cañedo.
Estilo de cocina:
Tradicional y de temporada.
Precio medio de la carta:
45-55 €.
Menús:
No.
Capacidad:
50 comensales.
Abierto:
Todos los días abierto para el servicio de comidas y las noches de viernes y sábado.
Bodega:
Unas cien referencias.
Café:
Dromedario.
Aparcamiento:
OLA y subterráneo de la plaza de México.
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