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s. fernández / Raúl Redondo
Miércoles, 17 de abril 2019, 15:51
Nuestro camino nos lleva hasta tierras bañezanas para descubrir otro de los tesoros de la gastronomía leonesa, sus legumbres. El garbanzo, la alubia de La Bañeza y las lentejas de Tierra de Campos son un sustento básico de la gastronomía de esta provincia.
Alimento de subsistencia en épocas anteriores, en la actualidad es una fuente de riqueza para la provincia. Agricultores y empresarios leoneses, siguiendo la tradición, han incorporado innovaciones para que estos productos entren en una economía de mercado. Los sellos de calidad avalan a estos productos para que el consumidor tenga la garantía de que está comprando un buena legumbre. «La IGP controla en todo momento que, tanto la lenteja como la alubia, tenga una calidad suprema, que la diferencia del resto», afirma Javier Ávarez, responsable de legumbres Penelas.
'La unión hace la fuerza', dice un dicho popular por ello en esta zona se han unido agricultores y empresarios para tener una mejor trazabilidad. Un control exhaustivo de las zonas de siembra, en las que se comprueba el tipo de terreno, los abonos, el riego, etc, hasta una empresa de selección de legumbres que mima con todo detalle todo el proceso, desde que entra hasta que sale envasada la legumbre, hace posible conseguir un producto con todas las garantías de calidad.
Observando el pasado y sabiendo actualizarse agricultores y empresarios han sabido ganarse un futuro mimando estos productos de la cocina tradicional leonesa.
Y de la tierra al plato, la oferta culinaria que tiene esta provincia ha puesto en valor a la cocina leonesa. Mezclando tradición con innovación, León es una marca de garantía gastronómica.
ALUBIAS DE LA BAÑEZA
La auténtica Alubia de la Bañeza – León lo constituyen las variedades locales de alubia o judía denominadas Canela, Plancheta, Riñón y Pinta. Las cuatro se comercializan envasadas en origen como legumbre seca o plato precocinado
LENTEJAS DE TIERRA DE CAMPOS
Es muy fina al paladar, su pequeño diámetro (entre 3,5 y 4,5 mm) hace que no pierdan la cubierta cuando se cocinan. Su riqueza proteica y su alto contenido en fibra la hacen un plato necesario en una dieta equilibrada.
CECINA DE LEÓN
Partiendo del despiece de los cuartos traseros del ganado vacuno mayor y mediante la curación de carnes selectas de un mínimo siete meses y un ligero ahumado con madera de roble y encina proveniente de nuestros bosques, se obtiene este producto.
PIMIENTOS DE FRESNO DE LA VEGA
Es un pimiento morrón típico de estas zonas de vega, donde se cultiva gracias a las características especiales del terreno y sus regadíos naturales, consiguiendo unos pimientos tan demandados.
MANTECADAS DE ASTORGA
Producto de pastelería resultante de hornear una masa batida compuesta de harina de trigo floja, huevo de gallina, mantequilla de vaca, manteca de cerdo y azúcares
Los pimientos de Fresno de la Vega, cultivado gracias a las características especiales del terreno y los regadíos naturales que tiene las zonas de Fresno, son capaces de sacar la mejor materia prima. A partir de aquí, una producción artesanal, pero utilizando la tecnología más modernas es capaz de llevar a la mesa productos en conserva de excelente calidad. Siguiendo el ejemplo de los antepasados que habitaban estas tierras, ya los romanos explotaron estos fértiles campos, el pimiento de Fresno de la Vega es uno de los productos más cotizados en el mercado.
No se entendería la gastronomía de estas tierras sin hablar de la cecina de León. Un símbolo fuera de esta provincia que se obtiene del despiece de los cuartos traseros de ganado vacuno mayor de un mínimo de cinco años de edad, y de un peso vivo mínimo de cuatrocientos kilos, procedente preferentemente de razas bovinas autóctonas de Castilla y León. Con la sutileza de añadir sal a una carne de vacuno de primera calidad esta provincia ha conseguido exportar un símbolo que traspasa fronteras, convirtiéndose en un emblema vivo de esta provincia gracias al mimo y empeño de los productores.
La repostería no se queda atrás, las mantecadas de Astorga y el chocolate, representan dos dulces típicos de esta zona. La leyenda dice que el origen de las mantecadas reside la ingeniosa idea de unas monjas, fue un dulce de convento, que triunfó y dio lugar a una larga tradición repostera. Por su parte, el chocolate de Astorga se ha convertido en un reclamo de todo turista que pise terreno maragato
Gracias a todos estos productos, la cocina leonesa ha sido capaz de forjar una marca. Las distinciones gastronómicas a creadores culinarios leoneses están en ascenso desde los últimos años. Las últimas tendencias en cocina encajan a la perfección con los productos tradicionales leoneses. «Los cocineros leoneses hemos sabido sacarle partido a los sabores de la cocina leonesa, creando platos innovadores a raíz de productos que se han consumido toda la vida en León», afirma Jesús Marquiegui, cocinero del restaurante maragato El Serrano.
Los productos de León son el eje central del que se nutren numeroso sectores de la provincia. Agricultores, empresarios, cocineros, etc, dedican su empeño y perseverancia en transmitir la calidad de estos alimentos consiguiendo atraer a expertos en el sector y a miles de turistas.
Nuestro camino continua, la provincia es grande y todavía nos quedan grandes aventuras descubriendo los productos de León...
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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