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La presencia de empresarios cántabros en Madrid vinculados al mundo de la restauración tiene en Carlota Lorenzana una referencia de primer orden. Esta santanderina, con ... estrechos vínculos con Liébana y México, no solo dirige un próspero y asentado negocio familiar, Apartamentos Muralto, sino que también es socia-fundadora (2012) del Grupo Big Bossy –junto con dos abogados–, con nueve restaurantes ubicados en diferentes puntos de Madrid y localidades de la periferia. Además, su carácter emprendedor se volvió a poner de manifiesto en 2019 cuando creó con sus dos socios Neurovida, una empresa especializada en rehabilitación neurológica.
«Quizá nuestros restaurantes de Madrid no son tan conocidos en Cantabria como los del Grupo Cañadío, de Paco Quirós y Carlos Crespo, porque nuestro perfil gastronómico está más cerca a la comida mediterránea con algún toque innovador que de la cocina de Cantabria. Se puede decir que no es un concepto cántabro, pero desde 2012 hemos ido creciendo con diferentes estilos y adaptándonos a lo que demanda cada público en las zonas donde estamos», comenta Carlota.
Tras licenciarse en Cesine en 'Bachelor in Business Administration' (1999), realizó un 'Master en Comercialización de Servicios Turísticos' en la Universidad de Cantabria (2001), que le permitió trabajar en El Corte Inglés y conocer el mundo laboral en Nueva York.
En 2002 se incorporó «desde abajo» a la empresa familiar que había creado su tío-abuelo, Manolo González (falleció en 2019), un empresario cántabro que vivió a caballo entre España y México y que tuvo éxito en diferentes tipos de negocios, inmobiliarios, construcción, textil... Él trajo a España el concepto americano de apartamentos turísticos y en 1974 inauguró lo que hoy son 'Muralto Madrid Princesa Aparto Suites', en la calle Buen suceso, 3. Tras la reforma realizada durante la pandemia, en la actualidad son 65 apartamentos, de 32 a 55 m2, climatizados y perfectamente equipados, ideales para familias y profesionales que tienen que realizar largas estancias en Madrid.
APARTAMENTOS
«Mis tíos nunca fueron partidarios de entrar en el negocio de la restauración», comenta Carlota, «pero en el año 2012 montamos el primer restaurante en los bajos del propio hotel. Casa Mono fue muy innovador en su momento, abría a todas las horas, no cerraba, para dar servicio a los clientes del propio hotel y de la zona. Pero como carecía de experiencia, busqué socios con ella, unos abogados con los que comparto el Grupo Big Bossy, que en la actualidad integran nueve establecimientos, aunque podrían ser diez, porque uno de ellos, Casa Lobo, que estaba en Arturo Soria, lo vendimos durante la pandemia a un empresario que puso mucho empeño en adquirirlo».
Sin olvidar sus orígenes –la sala de desayunos de Muralto se llama 'Salón Liébana'–, Carlota no oculta que «nuestros restaurantes responden a un precio medio que oscila entre los 30-35 euros y los 45 euros. Tratamos de adaptarnos al cliente, con un menú del día de 12,95 euros, y diseñando sitios donde la gente se sienta a gusto y puedan seguir disfrutando de una copa en el mismo lugar después de haber almorzado o haber cenado».
En total, Grupo Big Bossy tiene unas mil plazas y cuentan en algunos establecimientos con una propuesta de salones para banquetes.
Restaurantes posicionados entre los de más tendencia y éxito de Madrid, Carlota, como empresaria con la mirada puesta siempre en el horizonte, no descarta que el grupo pueda seguir creciendo. Lo que sí tiene descartado es abrir «algo en Santander. Lo hemos estudiado, pero en este momento está descartado. En Madrid hay muchas oportunidades, es la diferencia que hay con Santander. Aquí las cosas están más complicadas, veo falta de relevo generacional y que están desapareciendo o en vía de desaparecer restaurantes históricos de la ciudad. Necesitamos que haya gente joven con formación».
Volviendo a la saga del Grupo Big Bossy, Casa Mono (C/ Tutor, 37) fue el primero, con diseño de interiores por Lázaro Rosa-Violán. Cuenta con cuatro espacios, barra clásica, terraza, restaurante y coctelería, en el corazón del barrio de Argüelles. Platos caseros como propuesta culinaria.
La Cantina del Ateneo (C/Santa Catalina 10) es la cocina, bar y club en la sede del histórico Ateneo de Madrid. Big Bossy ha conservado con una carta evolucionada hacia una cocina moderna y de calidad. El público cosmopolita no solo disfruta de su carta o menú sino también de las exposiciones o charlas que aquí se organizan periódicamente.
EN SANTANDER
Martinete es un bistró parisino en la calle Ortega y Gasset de Madrid con amplios ventanales y vistosos marcos rojos en la fachada que dejan entrever la inmensidad de sus salones decorados con un impresionante conjunto de lámparas. Fue un antiguo concesionario de coches. Con tres ambientes que cubren las diferentes necesidades, unos sillones muy cómodos, una espaciosa y acogedora barra y un piso inferior con chimenea incluida. Cocina de mercado.
Renato (C/ Playa de la Concha, 2, Boadilla del Monte) es uno de los restaurantes de moda de la zona noroeste de Madrid, con encanto por su diseño y agradable terraza y por su cocina mediterránea con platos internacionales y urbanos de éxito. Instalaciones adecuadas para eventos sociales y corporativos.
Los Pérez Farm, también en Boadilla, junto a Renato, está enfocado a los eventos.
Casa Gato (Av. de Bruselas, 53, Madrid) cuenta con una innovadora y completa oferta gastronómica de clásicos renovados, muy urbana y de excelente calidad. Además, es el lugar perfecto para realizar eventos de todo tipo.
Pelícano (C/ del Poeta Joan Maragall, 43, Madrid)responde al concepto más hotelero. Se trata de un espacio sorprendente dentro del Hotel Meliá Castilla, en la zona de Cuzco, con restaurante, terraza y cocktail-bar.
Molino de la Hoz, en Las Rozas, está integrado en un club social siendo uno de los restaurantes de moda y con más encanto de la zona noroeste de Madrid. Cuenta con una terraza acristalada con vistas al embalse, al igual que el espacio interior. Dispone de restaurante, cantina y kiosko.
Finalmente, completa la nómina Xiringuito by Casa Mono (Centro Comercial X Madrid, en Alcorcón), es un concepto alternativo, inserto en un lugar de ocio diferente, también con capacidad de atender celebraciones y banquetes.
Con este panorama, a Carlota aún tiene impulso para participar en asociaciones sectoriales –hoteles o mujeres empresarias–, para compartir su experiencia con jóvenes en periodo de formación y para estudiar nuevas oportunidad. No es de extrañar que diga que «sueño por la noche proyectos».
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Ana del Castillo
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