Marchando una de cocina fusión

'Ugly Delicious', de la mano de Netflix, se concibió como una serie documental de ocho episodios sobre platos y comidas representativas e icónicas de todo el mundo que han estado acompañadas de factores negativos debido a elementos racistas, falta de respeto, repulsión por prepotencia desde otras culturas, o purismos y miedos injustificados.

La colisión 'Feo y delicioso' tiene una razón de ser: «la mejor comida puede ser deliciosa y no ser bonita» y «lo que es bonito en una cultura puede no serlo en otra, y viceversa». Chang se hace fuerte y defiende aquella comida que define a un lugar, o representa al pasado y las raíces de una cultura frente a quienes la marginan o la miran por encima del hombro.

Un ejemplo, en el primer capítulo , dedicado a la pizza, se pregunta si, por mucho que fuera concebida en Italia, ha sido realmente perfeccionada en otros lugares como Estados Unidos o Japón. Los contrastes entre cocinas fusión antiguas como la de las gambas y los cangrejos de río, en Nueva Orleáns, se oponen a otros conceptos más modernos y con menos prejuicios a la hora de innovar.

En otro ejemplo el chef muestra el testimonio de una inmigrante indocumentada que, gracias a la receta de su barbacoa, lidera un restaurante en Filadelfia considerado uno de los mejores del país. A medio camino entre el ensayo, el entretenimiento, un montaje atractivo y una mirada instructiva, la serie abre las bocas y las mentes.