Un menú especial a medida del cliente en El Café de Cabezón de la Sal

La subida de temperatura y los días más largos invitan a frecuentar más las terrazas y, en Cabezón de la Sal, El Café es una excelente opción. Este negocio está regentado por Guillermo Baraja –un ingeniero al que la hostelería le ha cautivado–, y está ubicado en una atractiva casa indiana, en el centro de la localidad, rodeada de un agradable jardín con diferentes rincones donde poder disfrutar de la propuesta gastronómica del local, de un cóctel, de un café o de la música en directo cada fin de semana, del ambiente en el chill out. Porque, si algo caracteriza a El Café, es la variedad de propuestas que ofrece el cliente hasta el punto de convertirse en un sitio atractivo donde siempre hay 'un plan'. Guillermo lo regenta desde 2021, tras su paso por otro local con el mismo nombre en la plaza Ángel de la Bodega. Aquí las posibilidades son otras y el enfoque acertado tanto para atraer a público del mismo Cabezón o de la comarca, como de otras zonas de Cantabria.

Y si el plan es ir a comer, aquí el cliente encontrará un menú diario que podrá confeccionar a su medida, a partir de 16 especialidades. Como señala el propio Guillermo, «la carta está realizada en consonancia con el local y con lo que el cliente demanda». Este menú tiene un precio de 15 euros entre semana y de 22 los fines de semana. Además, El Café cuenta con una carta donde están presentes estas referencias y otras como las hamburguesas –una de ellas vegana–, los sándwiches, la tabla de quesos, los embutidos de León, el pulpo o el cachopo de jamón ibérico y queso havarti.

Guillermo procura, siempre que es posible, emplear ingredientes de kilómetro cero algo que se plasma en los 'apellidos' de algunos platos. Para elegir en el menú 'a medida', el cliente tiene que decantarse por dos platos principales, bebida, postre y café. No falta el clásico cocido montañés, realmente rico, pero para quien desee algo más ligero hay dos ensaladas, la césar y la de bacalao templada con pulpo, patata, falso guacamole y verduras asadas.

Hay platos que permiten que varios comensales los compartan, es el caso de las patatas con salsas –brava y ali oli–; los nachos con carne picada, pisto, queso fundido, pico de gallo, falso guacamole y jalapeños picantes; las rabas de calamar; las alitas marinadas con patatas o las palomitas de pollo; y las croquetas con patatas.

Entre los platos que se pueden considerar más principales hay desde un sencillo huevo con patatas y jamón hasta un lomo adobado con patatas y huevo; dos platos de pasta, los tortiglioni con salsa carbonara y crujiente de panceta o con salsa boloñesa; el bacalao al pisto; y los tacos de cochinita pibil –carne cocinada a baja temperatura con soja y especies– y de jijas con un sutil toque picante y queso crema suministradas por la carnicería local Rivero.

Para el capítulo dulce, en el menú y en la carta se propone tres postres: la tarta de queso al horno elaborada con el queso láctico de Cudaña; el arroz con leche y el brownie de chocolate. Y el mejor colofón en la terraza del jardín, un café artesanía de Dromedario.

Dirección: C/San Martín nº 17.

Teléfono: 633 975 192.

Propietario y sala: Guillermo Baraja.

Inaugurado: 2021.

Cocina: Reda y Suso.

Estilo de cocina: Tradicional con toques de fusión.

Precio medio: 20-25 €.

Menú diario: 15 € (22€ fin de s).

Capacidad: 50 comensales.

Terraza: Sí, 30 mesas en el jardín.

Horario: De 11.30 a 3 horas.

Café: Dromedario.

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