Un menú termal en Puente Viesgo

El Gran Hotel Balneario, con 33 años de trayectoria, es referente en la Cantabria interior

José Luis Pérez

Santander

Jueves, 21 de noviembre 2024, 14:43 | Actualizado 20:27h.

Si la localidad de Puente Viesgo puede presumir de tener un pasado y un presente dignos de ocupar un puesto destacado en el relato de Cantabria, su principal empresa, el Gran Hotel Balneario, reabierto en 1991 por Manuel Pérez Mazo, ya cuenta con una dilatada trayectoria merecedora de un buen libro de memorias. Referente del turismo en la Cantabria interior, el establecimiento que dirige María Ángeles Pérez es un motor turístico y de riqueza para la comarca, en gran medida por su vocación por adaptarse a los nuevos gusto de su perfil de cliente. Y en este contexto termal, presidido por las cuevas de Monte Castillo, por la arquitectura vernácula que se conserva en el pueblo, por la vía verde... y todo ello bañado por el salmonero río Pas, la gastronomía también tiene mucho que decir.

Puente Viesgo y el Gran Hotel tienen suficientes argumentos para visitarlo, pero la experiencia gastronómica cada día más tienen aquí un papel más relevante. Muchos recordamos el buen sabor de boca que dejaron las jornadas de Vegetalíssimo, que de algún modo marcaron un estilo que hoy mantiene el equipo de cocina que dirige el chef Manuel Garrido. Aquí el cliente encuentra una cocina saludable y respetuosa con la materia prima.

Y esto no quiere decir que sea una comida de balneario para clientes 'que se cuidan'. El restaurante El Jardín cuenta con un interesante menú termal de diario a un precio de 32,50 euros que es ideal para el turista de paso, para el cliente que tiene una reunión de negocios o para el huésped. Consta de platos de carta y con una amplia variedad para elegir.

Imagen de Galeria — Cóctel de aguacates y gambas.

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Así, esta semana se proponían de primero unas deliciosas alubias de canela con chorizo y morcilla; judías salteadas con jamón; sopa de fideos; cóctel de aguacates y gambas con salsa rosa; ensalada de arroz con verduritas; y puerros cocidos con vinagreta. Para el segundo plato, se da a elegir entre salmón a la plancha con verduras; chipirones a la parrilla con cebolla caramelizada; carrilleras de cerdo estofadas a la mostaza antigua; y pechuguitas de pollo villarroy con patatas y pimientos. Como se puede comprobar, los productos de la huerta están muy presentes como ingrediente principal o como guarnición.

Para el postre, el debate para elegir se produce entre un arroz con leche y crujiente de canela; tocinillo de cielo; tarta de queso hornada –muy bien de sabor y textura–; leche frita; brownie con crema inglesa y macedonia de frutas.

Carta, degustación y cátering

El Gran Hotel Balneario, ahora con un apéndice en Santander en el Hotel Rhin Garden de El Sardinero –de la misma propiedad–, dispone de amplias posibilidades para hacer cualquier tipo de comida. El cátering está muy acreditado tanto para eventos de empresa como para banquetes nupciales. Y en el restaurante, destacan también la carta, amplia y generosa en especialidades, y el menú degustación.

En este caso, consta de un aperitivo de la casa; ensalada de jamón de pato con virutas de foie y frutos secos; medallón de rape al vino blanco con zamburiñas; carrilleras de ternera estofada al vino tinto con confitura de manzana; y, de postre, tarta de la abuela con helado de queso pasiego. Su precio es de 48 euros y, como en el caso del menú termal, no incluye la bodega, pudiendo así el cliente elegir en una carta con un gran variedad de vinos.

Puente Viesgo