Morder la manzana, un ejercicio dulce y sano

Cantabria en la Mesa ·
Es una de las mejores frutas, por sus benéficas propiedades que la hacen estar entre las preferencias de muchos ciudadanos

Isabel González Casares

Torrelavega

Domingo, 23 de febrero 2020, 08:15

Desde Adán y Eva, hasta Isaac Newton, Guillermo Tell o Blanca Nieves. Todos ellos, personajes reales, de ficción o bíblicos, han tenido diversas experiencias, buenas y malas, con esta fruta. La manzana se puede decir que es una de las «reinas» de la mesa, ... abarcando todos los campos de la gastronomía. Con presencia desde los platos de cuchara y tenedor, hasta sin ellos, sencilla y llanamente, a mordiscos.

Fruto del manzano «Pyrus malus L.», árbol de la familia de las rosáceas, (como el melocotón, el albaricoque y la ciruela, entre otros), su origen se cree que procede del cruce de varias especies de manzanos silvestres europeos y asiáticos. El hombre, desde la antigüedad, aprendió a cultivar el manzano que, en la actualidad, es uno de los árboles frutales mundialmente más extendidos. Llegó al Nuevo Continente en el siglo XVI, de la mano de los conquistadores españoles. Pronto se extendió su cultivo y un siglo después, desde Iberoamérica, alcanzó América del Norte. Posteriormente, África septentrional y Australia. A España, que hoy es uno de los principales productores de manzana en todo el mundo, se cree que llegó por los romanos y los árabes.

Hay más de mil variedades, de todos los colores y, por supuesto, para todos los gustos. Rojas, amarillas, crujientes, dulces aromáticas, ácidas. En los mercados nacionales las variedades más conocidas son: Golden delicious (piel amarilla dorada, jugosa, dulce). Granny Smith (verde intenso, crujiente, de sabor ligeramente ácido). Reineta gris del Canadá (color amarillo oxidado o blanco-gris dorado, jugosa y dulce con un ligero punto ácido). La Red Starking es una de las más populares. De piel roja, brillante, crujiente y sabor dulce. Y también es muy estimada la Royal Gala, crujiente y consistente, muy aromática y jugosa, con una piel con estrías rojas y naranjas.

Muchas son sus propiedades, principalmente, su bajo contenido calórico. Aporta principalmente agua (contiene un 85%), lo que la convierte en una fruta refrescante e hidratante. Pero también tiene vitaminas E y C (antioxidantes), minerales (potasio y en pequeñas cantidades, cinc, manganeso, azufre, flúor, yodo, boro y selenio) y fibra. Aplaca la ansiedad, es buena para luchar contra el colesterol y para mejorar la memoria e, incluso, es un dentífrico natural.

Se puede encontrar todo el año en el mercado, dadas sus numerosas variedades y se conserva muy bien varios días después de su compra. Es bueno almacenarla a temperatura ambiente, en un lugar fresco, al abrigo de la luz, también admite el frigorífico.