Una nueva etapa para La Yerbita de Sobarzo

Desde hace 17 años, en Sobarzo, está abierto La Yerbita, cuya dirección del negocio y de la cocina está en manos desde marzo del año pasado de Pablo Cadavid, un joven de 26 años, apasionado por la cocina, que se formó en la escuela de Las Carolinas y en la escuela de hostelería de Atxanda, que se fogueó en diferentes restaurantes para coger experiencia y que finalmente decidió volver a casa para hacerse cargo de este restaurante familiar, donde su madre le acompaña en el trabajo de sala.

Con unas instalaciones en dos plantas con capacidad para un centenar de comensales y con una terraza cubierta frente a la fachada, Pablo plantea una carta no excesivamente larga por con especialidades que todas tienen muy buena aceptación y salida. Su cocina tiene una base tradicional pero él aporta un punto personal que la hace singular, prueba de ello es que las dos guías españolas ya han referenciado a La Yerbita entre sus recomendados.

La carta está concebida fundamentalmente para proponer un picoteo, con raciones o platos para compartir. De inicio, llaman la atención la ensaladilla que se prepara al momento, con gamba a la sal, anchoa de Santoña y huevas. También para comenzar llaman la atención un carpaccio de roast beef con pesto; la ensalada de cogollos con pollo crujiente y crema césar;la burrata con salmorejo y sardina ahumada;el royal de foie con polvorón salado de avellana tostada; el tartar de atún;las anchoas; las rabas de chipirón con ali oli de ajos asados; o la fondue de queso Divirín con una confitura de higos y tostas de sobao. Mención especial para las croquetas de jamón por su textura y sabor.

En la medida de lo posible el chef trabaja con productos del entorno, como el tomate de temporada, de Galizano, de buen calibre, sabroso, que se presenta laminado sin piel, sal maldon y aceite.

Llama la atención entre los platos más principales el arroz al horno, que el chef va variando según la temporada. En esta ocasión se 'ilustró' con sendos gambones y 'botones' de ali oli.

Otro plato muy gustoso por su cremosidad es el de canelones de pollo bañados por una bechamel ligera de foie y pedro ximénez. En esta misma línea se propone también una lasaña de morcilla con manzana y queso de cabra gratinado.

En pescados, los chipirones se preparan a la plancha y se acompaña n con un toffe de cebolla y ali oli de ajo negro, mientras que el bonito del norte va asado con una crema de marmita y una vinagreta de piparras.

En este capítulo, las albóndigas de carrillera glaseadas con una parmentier de patata y boniato son un referente de la casa, donde también tiene mucha demanda la costilla de black angus asada durante 48 horas, lacada con una barbacoa es estilo chino y acompañada de una cebolla morada. Completan la sección el chuleto y el lomo bajo de vaca madurada.

Finalmente, en postres hay la imprescindible tarta de queso, una tarta de chocolate, un flan de avellana, un cremoso de yogur y chocolate blanco y un mousse de fruta de la pasión con helado de coco.

Tras las vacaciones que el negocio cogerá tras la fiesta del Pilar, la carta girará mirando a la temporada de invierno.

Dirección: C. el Dueso, 3, Sobarzo.

Teléfono: 942 563600.

Propietario: Pablo Cadavid Carrancio.

Desde: Marzo de 2022.

Jefe de cocina: Pablo Cadavid.

Cocina: Claudia Botija.

Sala: Marián Carrancio.

Estilo de cocina: Tradicional con toques contemporáneos.

Precio medio: 30-40 €.

Capacidad: 100 comensales.

Terraza: 20 plazas en cinco mesas.

Cierra: Miércoles y noches en temporada baja.

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