No hay otoño sin calabaza, hoy aprendemos a hacerla en crema y al horno

Como os he comentado, esta hortaliza tiene su temporada en el otoño, pero se puede encontrar en el mercado durante todo el año. Asada al horno está deliciosa porque se dora y carameliza liberando sabores exquisitos. Con unas hierbas aromáticas es una receta sencilla y muy fácil de hacer, que sirve tanto para un primer plato como para una guarnición.

Estas son, precisamente, las dos elaboraciones que os propongo hoy, aunque vamos a jugar con las texturas porque es ideal para, después de cocer o asar, triturarla junto con otros ingredientes, especias, hierbas aromáticas y agua o caldo.

Apuntad bien porque hoy vamos a fusionar ambas. Para preparar la crema lo más habitual es añadir otras verduras como patatas, cebollas, puerros, ajos o zanahorias, aunque me gusta darle el toque especial con una ramita de apio. Le aporta un sabor especial.

1.En primer lugar pelaremos y trocearemos calabaza, patatas, cebollas, puerros y una rama de apio. Las cantidades, a vuestro gusto.

2.En el fondo de la cazuela añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva y rehogamos todas las verduras con alguna especia. Las que mejor le van son la cúrcuma, el comino, el cardamomo, la nuez moscada o el curry, sin olvidarnos de la sal y la pimienta. De las otras elegid las que más os gusten.

3.Cubrimos con agua y lo cocinamos a fuego medio durante una media hora. Podéis adelantar el proceso utilizando olla exprés -yo prefiero ir comprobando que la calabaza y el resto de las verduras están en su punto para triturar-.

4.Metemos la túrmix y lo dejamos bien fino -queremos que tenga textura de crema, no de puré- y lo reservamos.

1.Cortamos la calabaza en cubos de unos dos centímetros, sin que tengan que ser todos iguales. Salamos y las dejamos reposar un poco para que suelten un poco de agua.

2.Seguidamente los untamos con un poco de aceite de oliva virgen extra para engrasarla y aromatizarla, con esto conseguiremos que las especias se adhieran mejor, aunque como la crema ya tiene especias, si no queréis ponerle nada más, será suficiente.

3.Ponemos en la bandeja de horno papel sulfurizado y los vamos colocando cuidadosamente, y ordenadas para que quepan la mayor cantidad posible. Horneamos durante 30 minutos a 190 ºC, cuando lo saquemos estarán caramelizados y crujientes.

4.Servimos en plato hondo un par de cucharones de la crema y ponemos unos cubitos encima. Si os gusta podéis añadirle un poco de crema agria, queso fresco batido y unas gotas de lima -porque con el dulzor de la calabaza va genial-, unas pipas de calabaza tostadas y un chorrito de aceite de oliva. Lo tenemos perfecto para disfrutar.