El paraíso de las cervezas artesanas en la Cervecería El Camino de Cueto

La iniciativa de este negocio es de dos socios, Boris Balkarov y Jorge de Ángel, que han reformado integramente el local del antiguo mesón Abuela María, modernizándolo y dándole un ambiente atractivo y confortable a través de un cuidado diseño, al tiempo que le han dotado de una nueva terraza, para conseguir finalmente una capacidad de unas 140 plazas, con un espacio reservado para unas 20 personas donde también se podrá elaborar cerveza.

Destacan en el local ocho grandes pantallas que convierten a esta cervecería en un magnífico punto de encuentro para los aficionados a las retransmisiones deportivas, ya que podrán verse varias de forma simultánea.

Cervecería El Camino es el primer proyecto de ambos socios, que ya elaboran cerveza, aunque su fábrica estará pronto en funcionamiento en San Cruz de Bezana. Además, disponen ya de otros dos locales en Santander para abrir sendos negocios de hostelería, uno en la zona del Sardinero y otro en la calle Cisneros.

Si aquí el amante de la cerveza puede repetir visitas sin problema para probar 'birras' diferentes, a la hora de acompañar la bebida las opciones también son lo suficientemente atractivas como para regresar con frecuencia.

Jorge de Ángel, en su condición de jefe de cocina y por su experiencia en otros negocios que tiene en Valencia y Barcelona (Crudo Bar), tiene claro que el éxito de Cervecería El Camino llegará tanto de la variedad de cervezas que se ofrezcan como de la calidad de las materias primas que tengan como punto de partida sus especialidades. Su objetivo es trabajar con productos regionales y en esa línea ha apostado eligiendo, por ejemplo, las carnes de Agrocantabria.

De la carta destacan inicialmente las raciones para compartir «que se llevan bien con nuestra cerveza». Interesantes las croquetas caseras de jamón, crujientes, cremosas y sabrosas. Otras opciones son los nachos, las alitas de pollo, el bretzel recién horneado, las patatas bravas o al horno o el queso de nata de Cantabria fundido.

En ensaladas, hay tres opciones, con anchoa y queso fresco, con tomate y ventresca de bonito y la césar con pollo a la parrilla.

Ya desde los primeros días están teniendo una gran aceptación las hamburguesas. Inicialemente la carta contempla cinco diferentes, desde la pulled pork (cerdo), hasta la gourmet (ternera de Cantabria con cheddar), la cántabra (también de ternera con queso ahumado y pan de cristal), la de pollo (con portobello) y la vaquera (con filete de tenera, jamón serrano y cebolla frita). Todas se acompañan de salsa de tomate y patatas fritas.

Con una buena cerveza también es capaz de entusiasmar una buena carne a la brasa. Aquí disponen de un moderno horno, que logra puntos, aromas y sabores más que interesantes, como se pone de relieve en la costilla de cerdo, el churrasco de ternera, la entreña, el entrecot de ternera o la pechuga de pollo. Son claves aquí las salsas, donde también se advierte un buen trabajo de selección. También de la brasa sale una merluza and chips, para quien busque la alternativa.

En esta oferta gastronómica no pueden faltar unas salchichas con patatas. Hay cuatro diferentes: cracovia (roja ahumada), wiener (blanca al grill), frankfurt (XXL) y weisswurst (cocida con mostaza).

Para grupos hay tablas con combos de entrantes, salchichas y carnes. Y, finalmente, en postres, hay una tarta de queso, un brownie con helado, los panqueques del indiano con dulce de leche y carrot cake.