Patatas Vallucas, un producto estrella con un valor añadido

Campurriano de nacimiento, David Fernández García fue uno de los muchos afectados por la crisis de la construcción y ante esta situación decidió retomar una idea que le rondaba desde la adolescencia. «¿Si tan buenas son las patatas de Valderredible por qué nadie hace nada con ellas?». Así, tras unos inicios «duros», en junio de 2018 inauguró la primera fábrica de patatas fritas embolsadas del valle, lugar en el que residen sus padres y con el que tiene una especial relación. «Con este proyecto, además de reinventarme y salir adelante, quería ayudar a mi valle a mantenerse vivo. Me siento orgulloso de haber emprendido en Valderredible y de que Vallucas genere empleo e ilusión en una zona tan despoblada».

El equipo de lo forma «una pequeña familia» compuesta por seis personas, frente a las cuatro que comenzaron. Pero a ellos hay que añadirle el trabajo indirecto que una empresa de este tipo genera en el municipio ya que «la patata es comprada a los agricultores de la zona, dando valor al producto estrella y seña de Valderredible, a veces tan denostado», señala.

Una vez superados los trámites burocráticos, conseguida la financiación y acondicionadas las instalaciones, «fue empezar a trabajar, ver la buena acogida y todo empezó a rodar, hasta el día de hoy en el que seguimos experimentando un fuerte crecimiento, a la vez que nos vamos consolidando en el mercado como una marca conocida y reconocida».

En la actualidad la empresa procesa entre una y dos toneladas diarias de patatas y sus productos no solo se comercializan en Cantabria. Presentes en varias cadenas de supermercados e hipermercados de la región, así como en el pequeño comercio «destacando en aquellos que valoran la calidad y la cercanía», a nivel nacional tienen acuerdos con tiendas de alimentación gourmet y una ventana abierta al público a través de su página web.

Ahora, casi ocho años después de echarle valor y comenzar este camino, David reconoce que a nivel personal Patatas Vallucas le ha supuesto también un crecimiento como persona. «Es una satisfacción ver como lo que un día fue una idea es hoy una realidad tangible y con futuro».

Porque él tiene claro que su proyecto no se queda ahí. «Seguimos efectuando inversiones para mejorar nuestros procesos y continuar con nuestro crecimiento sostenido», explica. Por ello, actualmente están dedicados a la diversificación del modelo de negocio. «Estamos trabajando en nuevos sabores de nuestras patatas fritas así como en la comercialización de la patata en crudo para consumidor final y hostelería».

Y en este contexto, David recoge hoy el Premio Alimentos de Cantabria al Emprendedor, «algo muy especial, no en vano se está reconociendo el trabajo, el esfuerzo y el cariño que a diario y desde el minuto uno he puesto en este proyecto, junto a todo el equipo de Vallucas». Y es que, además reconoce que «me gusta que me digan que soy un emprendedor y no un empresario, que es un término que me suena muy fuerte. Ser emprendedor para mí es luchar por una idea, trabajar duro y con mucho cariño para sacarla adelante».