El pepito para la playa y raciones de siempre en el Bar Pepe de Somo

A punto de cumplir un año, la fórmula de apostar por las especialidades populares y para compartir triunfa en el verano de la localidad surfera

José Luis Pérez

Santander

Miércoles, 12 de julio 2023, 14:51

Si hay un momento del año en el que disfrutar de la comida manchándose las manos es es, sin duda, el verano, cuando la informalidad se impone y apetece más esa comida desenfadada en buena compañía y, si es posible, después de haber disfrutar de una buena mañana en la playa. Somo reúne todas las condiciones y el emblemático bar Pepe es el escenario ideal. Abierto hace prácticamente un año, ahora bajo la dirección de Carlos Crespo (responsable del Grupo Riojano) y con Chico Helguera coordinando al equipo de cocina, el Bar Pepe quiere reforzar para la temporada de verano 2023 su apuesta por las especialidades populares, la mayoría de ellas ideales para compartir.

Imagen - — Ángel Muñoz preparando un vermut.

Con Ángel Muñoz coordinando el día a día desde la barra –donde preparar excelentes vermuts y refrescantes cócteles–, en el comedor y en la terraza, aquí la actividad comienza a primera hora de la mañana. Desde las nueve se sirven desayunos tanto en clave dulce como salada. En el primer grupo están la clásica tostada con mantequilla y mermelada o con tomate y aceite, el croissant, que puede ser almendrado, el brownie caseros de chocolate y nueces, la quesada y el sobao pasiegos, todos ellos para acompañar con un buen café de Dromedario.

Para los amantes del desayuno salado hay pinchos de tortilla (sola y con bonito), bocadillos pequeños de lomo, de pavo o de pollo, el tradicional sándwich vegetal y un flautín de aceituna negra con jamón ibérico, tomate y aceite de oliva virgen extra.

Imagen secundaria 1 - A la izquierda, bocadillo de pechuga de pollo. A la derecha, el pepito de Pepe: ternera, queso, cebolla y panceta. — A la izquierda, bocadillo de pechuga de pollo. A la derecha, el pepito de Pepe: ternera, queso, cebolla y panceta. DM

Imagen secundaria 2 - A la izquierda, bocadillo de pechuga de pollo. A la derecha, el pepito de Pepe: ternera, queso, cebolla y panceta. — A la izquierda, bocadillo de pechuga de pollo. A la derecha, el pepito de Pepe: ternera, queso, cebolla y panceta. DM

Hasta mediodía los desayunos se alternan con los encargos para llevarse el bocadillo a la playa o de excursión. Aquí hay media docena de especialidades, pero tal cual más apetecible con el permiso del icono de la casa, el pepito del Pepe, delicioso bocadillo con pan crujiente pasado por el horno, ternera, quesos, cebolla caramelizada y panceta ahumada adobada. Nada que objetar porque hace tanto las delicias del paladar que no cansa.

Pero para no caer en la rutina el cliente habitual también puede decantarse por el jugoso bocadillo de pechuga de pollo con rúcula, champiñones y una mahonesa trufada; por la zapatilla de lacón y queso; por el bocadillo de rabas con ali oli y cítricos; por la pizzeta de burrata de Biribil y La Pasiega de Peña Pelada con rúcula; o por la hamburguesa New York de La Carnaza de 100% vacuno.

Imagen secundaria 1 - A la izquierda, gambones al ajillo. A la derecha, ración de patatas bravas. — A la izquierda, gambones al ajillo. A la derecha, ración de patatas bravas. DM

Imagen secundaria 2 - A la izquierda, gambones al ajillo. A la derecha, ración de patatas bravas. — A la izquierda, gambones al ajillo. A la derecha, ración de patatas bravas. DM

Sin darnos cuenta ha llegado la hora del aperitivo y en esta faceta la propuesta es tan abundante que la experiencia puede terminar en un almuerzo informal compartiendo varias raciones. De inicio, parece obligado pedir unas rabas de calamar, que pueden tener continuidad en unas croquetas de cecina;en las patatas bravas del Pepe; en un lacón a la gallega; en unos gambones al ajillo que están teniendo muy buena aceptación; en una ración de cecina de León o de queso Divirín fundido con mermelada de tomate. Si de la barra se pasa a la mesa, no se puede prescindir de una ración de ensaladilla, que no es de ningún modo incompatible con una ensalada de tomate de Cantabria o de un tomate con ventresca de bonito.

Metidos en faena, si procede un plato más contundente, hay que probar los callos de ternera con patatas fritas; los huevos con jamón o los mejillones en salsa. Los precios de las raciones están equilibrados, oscilan entre los ocho y los quince euros, y en el caso de los bocadillos, entre los ocho y los trece euros.

Si queda hueco para el postre, la tarta de queso del Grupo Riojano no deja a nadie indiferente, pero también hay brownie de chocolate con helado de vainilla, quesada pasiega con helado de nata y sobao con helado de coco. «Un combinado, por favor». En la terraza. Una buena noche de verano. Buena compañía.

Somo