Pimientos de Ajo, cómo asarlos
¿QUÉ HAY DE CENA PAPI? ·
Lisos, con una piel brillante, con tres o cuatro puntas, prietos, duros y carnososSecciones
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¿QUÉ HAY DE CENA PAPI? ·
Lisos, con una piel brillante, con tres o cuatro puntas, prietos, duros y carnososEl pimiento es esa verdura tan polivalente que muchas veces la utilizamos para casi todo, además de existir muchas variedades, distintos tamaños, diferentes colores, desde los pequeños picantes hasta los grandes, dulces y carnosos que asados hacen las delicias de los que los consumen. El ... pimiento morrón, como los tomates la semana pasada, también está de temporada, es el mejor momento para adquirirlos y asarlos en casa, porque no resulta nada laborioso, el resultado es magnífico y no tienen mucho que ver con los que podemos comprar en conserva, ni en textura ni en sabor, aunque algunos no son malos, os recomiendo hacer vuestra propia conserva de pimientos, notaréis la diferencia, además de la satisfacción de comerlos haberlos hecho vosotros mismos.
La semana pasada tuve la oportunidad de visitar una plantación de pimientos, un auténtico espectáculo que no sería posible sin el duro trabajo, la dedicación y el cariño que tanto Maria Ángeles como Luis ponen en cada pimiento u hortaliza que sale de su huerta en Ajo, junto al faro. Y es que no hay más secreto que ese, además del saber que te da la experiencia, la constancia y el trabajo son las claves del éxito, y creedme que esto se refleja fielmente en el producto final, un pimiento carnoso, con sabor, con textura, un espectáculo que cuando los aséis en casa os daréis cuenta de que no hay mejor ambientador que ese.
La familia está totalmente involucrada en este proyecto, han sabido transmitirles la pasión y el amor por la tierra y por el buen hacer, y ayudan en todo momento, así que también son parte del éxito que atesoran.
Da gusto como cuidan la simiente, se esmeran en seleccionar una a una las mejores para que Maria Ángeles plante también una a una esas semillas que, transcurrido el tiempo pertinente, Luis se encargue de recoger su fruto. Lisos, con una piel brillante, con tres o cuatro puntas, y completamente prietos, duros y carnosos, así son los pimientos de Ajo.
Lo primero que vamos a hacer es lavarlos bien, los secamos y los ponemos en la fuente donde los vayamos a asar. El siguiente paso es bien sencillo, tenemos que quemarlos la piel. Para hacer esto hay varias formas, yo os recomiendo hacerlo con el soplete porque es más sencillo, pero si tenéis gas en casa podéis hacerlo directamente en el hornillo o en una barbacoa de carbón o leña, como más fácil os resulte, pero es fundamental este paso, este chamuscado le aportará un toque ahumado al pimiento impresionante.
Una vez bien quemados, los ponemos en la fuente, les pincelamos con un poco de aceite de oliva y los metemos en el horno, previamente precalentado a 200º, a media altura. Los dejaremos una media hora, pero iremos viendo la evolución poco a poco, también depende un poco del gusto de cada uno, a mí me gusta que no estén demasiado hechos que la textura sea un poco tersa pero que tengan mordida.
Una vez asados los tenemos que pelar, para eso vamos a recurrir infalible truco del vapor, si queréis en la misma fuente. Los dejamos reposar fuera del horno pero con la fuente tapada con film para que con su propio calor suden y se desprenda la piel casi sin mirar. Otro truco infalible es introducir los pimientos dentro de una bolsa apta para alimentos, por ejemplo, de congelación de esas de zip. Transcurridos unos 20 minutos o un poco más, estarán listos para poder manipularlos sin quemarnos las manos y por supuesto para pelarlos sin problema. También hay que retirar y desechar el tallo y las semillas, así que los abrimos por la mitad y quitamos también los restos de semillas sueltas y los filamentos, que casi saldrán con la mano. Finalmente, cortamos los pimientos como más os guste, en tiras o en trozos más grandes.
Utilizaremos un tupper o un bote para conservarlos con los propios jugos del asado al que añadiremos un poco de aceite de oliva neutro, para que no nos aporte sabor.
Otros modos para conservarlos es en las mismas bolsas zip, que las hay de distintos tamaños, y congelarlos ya asados, quedan genial. O embotarlos para tener pimientos para una larga temporada.
Luego no tenéis más que calentarlos en la sartén con un poco de aceite y una pizca de sal, a fuego lento, con un poco de su jugo, hacemos movimientos circulares para que se vaya ligando la salsa creando una especie de emulsión o pilpil con el que se os saltarán las lágrimas y os parecerá un juego de niños el proceso del asado de los pimientos.
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