Platos frescos y atractivos con exóticos matices en el restaurante Agua Salada

Las medias raciones son un interesante formato de la carta estrecha de este restaurante de la calle San Simón que se nutre de la temporada

Alicia Del Castillo

Santander

Martes, 14 de marzo 2023, 14:55

Abierto en 2014 y a punto de cumplir una década, este pequeño y modesto local se distingue por una buena relación calidad precio, como acredita la calificación Bib Gourmand otorgada por la Guía Michelin. Ofrece una interesante cocina de mercado inspirada en el mar y su esencia, así como en la naturalidad de la huerta. Salen de su cocina elaboraciones y presentaciones muy cuidadas, como las alcachofas confitadas rellenas de setas portobello; el wok de verduras salteadas con leche de coco, manzanilla de Jerez y café. Una combinación interesante.

La carta de Agua Salada es estrecha porque se nutre de la frescura de la temporada y los platos rotan con frecuencia, aunque el cliente siempre encontrará sus clásicos. También una veintena de opciones –dulces aparte– que en su mayoría están disponibles en formato de media ración, lo que hace aún más tentadora la propuesta, con platos siempre apetecibles que ofrecen interesantes matices, cierto aire exótico y sabores bien definidos.

Imagen secundaria 1 - A la izquierda, magret de pato con foie a la plancha y manzana. A la derecha, helado de yogur, crumble de cacahuete y piña asada. — A la izquierda, magret de pato con foie a la plancha y manzana. A la derecha, helado de yogur, crumble de cacahuete y piña asada. DM

Imagen secundaria 2 - A la izquierda, magret de pato con foie a la plancha y manzana. A la derecha, helado de yogur, crumble de cacahuete y piña asada. — A la izquierda, magret de pato con foie a la plancha y manzana. A la derecha, helado de yogur, crumble de cacahuete y piña asada. DM

Es el caso del curry rojo casero, con merluza, langostinos y verduras. Un plato de los que no pueden faltar. En esta categoría de 'imprescindibles' están también las mollejas encebolladas, siempre acompañadas de setas de estación; el generoso magret de pato con foie fresco a la plancha y compota de manzana; el risotto de temporada, ahora toca de cachón en tinta con un final a parmesano muy cautivador; el pastel de rabo y el bacalao skrei –fuera de carta–, que estos días se acompañaba de unos mejillones en escabeche casero.

Otros platos que merece la pena señalar son: lubina de estero a la plancha; ravioli caseros de cigalita; carpaccio de pulpo con vinagreta de pistachos y lima; o el salmón marinado con wasabi y naranja.

La mayor parte de las elaboraciones son aptas para celíacos, incluidos los postres, un capítulo llamado 'La perdición de los golosos'. Y no es para menos.

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