¿Postre o último plato? Tú decides

Entre estos últimos, está el adelgazar, pues en una mayoría de los casos, para estas fechas, nos hemos armado de valor, y tras respirar profundo, nos hemos puesto a disposición de la báscula, que nos ha confirmado nuestros temores.

De un tiempo a esta parte, el azúcar ha caído en un periodo de ser demonizado, como les pasó en otros tiempos al aceite de oliva, el pescado azul, los huevos, etc. Y, en el mismo periodo, se han ensalzado las cualidades nutricionales del brócoli, aguacate o quinoa, por poner unos ejemplos.

Se define al azúcar en muchas dietas actuales, como altamente adictivo, alterador de las hormonas y advirtiendo que la energía del azúcar no se quema justo después de su consumición, pues se convertirá en grasa que se almacenará en el cuerpo.

Reducir la ingesta de azúcar es siempre positivo para nuestra salud, pues convine recordar que la Organización Mundial de la Salud recomienda que los azúcares añadidos, así como algunos naturales, no deban de representar más del 5% del consumo de energía. Pero, no se debe llegara prescindir totalmente del mismo.

Controlemos nuestra ingesta de azúcar, no solo por aporte directo, sobre todo por el que llevan incorporados los refrescos de cola, pastas, panes, etc. Debemos estar atentos a las etiquetas, pues hay varias formas de denominar al azúcar. Recordad, que aunque el azúcar nos lo presenten como natural, en azúcar se quedará. 

No debemos olvidar, que el tener vida saludable dependerá más del ejercicio que se realice, de la composición de la dieta en general, rica en alimentos de los diferentes grupos: cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, etc, que de los aportes de azúcar.

A estas alturas del artículo, muchos os habréis preguntado por 'el título', y os lo voy a explicar. El maestro pastelero Luis R. Vega es compañero en la Asociación Gastronómica Compangos, que durante el año 2019, una vez al mes, ha recorrido Cantabria con un menú tipo, que pretende realzar nuestros platos tradicionales, consistiendo el mismo en: rabas, cocido montañés y leche frita. Y en cuanto a la leche frita, Luis me ha mandado esta reflexión que os transcribo tal como me fue remitido:

«Leche frita como postre, antiguamente, por supuesto, se elaboraba en las casas particulares, se hacía como postre, pues se ajustaba a lo que dice la Enciclopedia de las Palabras. Postre: fruta o algo dulce. Y, con tristeza por mi ascendencia, he de decir que he comido en más de diez restaurantes de Cantabria en este último año con mi grupo de amigos y no hemos comido postre ningún día. Hemos terminado con el último plato, que no es lo mismo. Cito de nuevo a nuestras amas de casa, pues ellas, aparte de hacer la comida, nos intentan cuidar en nuestra salud, lo mejor que pueden y saben, que es mucho, pero en el restaurante, salvo raras excepciones, vamos principalmente a disfrutar de la comida, y seré yo quien decida mi salud, pues no es labor del cocinero decidir sobre ella y por tanto me tendrá que servir lo que pida, si es que lo tiene, si no, como siempre, perdone, de eso no tenemos».

Ya dijo Voltaire: «Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás». Luis tiene experiencia y saber, aprendamos de él y resultemos inteligentes.

Me despido con dos frases populares de nuestro acervo: «Comer de todo y no abusar de nada» y «Lo frío, frío y lo caliente, caliente». ¿Y lo dulce? ¡¡Pues eso!! Si queréis comer algo que debe resultar dulce y no quieres ingerir mucho azúcar, tomad menos cantidad y no os engañéis.