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Pulpo a la brasa con puré de patata.
Precio y calidad, juntos bajo el techo del restaurante Sincios

Precio y calidad, juntos bajo el techo del restaurante Sincios

En Monte abrió sus puertas en 2019 un nuevo restaurante donde se domina la brasa

Diego Ruiz

Santander

Lunes, 17 de febrero 2020

Comer bien nunca debe estar sometido a las férreas ataduras del precio a pagar ni tampoco a las del lugar en el que uno se sienta dispuesto a disfrutar de un menú del día o unos platos a la carta. En algunas ocasiones, como en el caso del restaurante Sincios, en Monte (Santander), sí que se dan estas dos circunstancias. Allí se conjugan un precio más que razonable y recomendable por aquello que llevarse a la boca. Bien presentado y servido en un local muy acogedor, con una amplia terraza donde, en verano, sin duda alguna, el cliente puede relajarse, solo o en compañía, ante unos productos de calidad más que bien tratados en cocina y parrilla. Esto es, buenas viandas y en un establecimiento acogedor, en el que entrar ya merece la pena por sí mismo. Una vez atravesados la terraza y el jardín, se llega a la primera planta del local, con su barra para disfrutar de una raciones y, a su lado, un primer comedor, podría decirse que el del día a día, ya que en la planta superior se encuentra otro más amplio destinado a banquetes.

Bien a la vista está el cocinero del local, Pablo Marcano, partiendo los chuleteros con destreza, o marcado al fuego las piezas que luego, en la mesa, rematará el cliente, a su gusto, sobre una parrilla individual. El propietario del local, José Luis Callirgos, un empresario de una dilatada experiencia profesional -llegó a tener 300 empleados a su cargo repartidos por todo el país-, adquiere la carne en Zamora. Piezas grandes de vacas viejas que resultan suaves al morder y con un gran sabor. Se acompañan de patatas fritas y pimientos verdes. El kilo viene a costar unos 32 euros, muy asequible teniendo en cuenta la calidad de la materia prima y el trabajo que realiza Marcano.

Pero antes de la carne, sin duda uno de los principales reclamos de este restaurante ubicado en el barrio de San Pedro, en Monte, la comida podría iniciarse con una 'garra' de pulpo hecha a la brasa, con su puré de patata como acompañamiento. Tierno el cefalópodo y sabroso, con su sal gorda y un poco de pimentón espolvoreado. Después, es recomendable probar los chipirones encebollados, que tienen como novedad unas patatas fritas que se esconden bajo la verdura. Un plato este siempre apetecible y fácil de comer.

Los postres del restaurante Sincios son todos caseros y, entre ellos, hay que destacar su tarta de queso horneada, de una textura envidiable, rica tanto caliente como fría.

Llama la atención la cantidad de clientes que optan por el menú del día. No es de extrañar, en un principio, por el precio del mismo: 10 euros, con cuatro primeros, cuatro segundos, el postre casero o la fruta, más vino de la casa, y gaseosa.

El pasado jueves este menú diario estaba compuesto por arroz a la marinera, patatas con carne estofada, ensalada de queso de cabra o espárragos gratinados. De plato fuerte: costilla de cerdo al horno (con salsa), secreto ibérico a la parrilla, chipirones encebollados o delicias de merluza rebozadas. Y de postre, cualquiera de sus tartas caseras o fruta, que nunca falta. Para beber, hay una extensa carta en la que se cuentan algo más de cuarenta referencias.

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