Hoy preparamos crema de calabaza y mejillones

Como siempre intentaremos elegir las verduras y todos los productos de temporada, que son copiosos en esta época y además bien ricos y nutritivos.

La calabaza, las alcachofas, las acelgas, el cardo, la coliflor o la lombarda son ejemplos de verduras que en estos momentos se encuentran en su plenitud y como siempre las vamos a aprovechar. Una fórmula distinta para comer este tipo de vegetales es el escabeche, ligero, pero sabroso, que puede completarse perfectamente con algún pescado y que supone tener un plato de diez en todos los sentidos, pero sobre todo en el sabor y en su aspecto nutricional. Pero si lo que queréis es algo sencillo de hacer, rápido y sobre todo riquísimo, os recomiendo las cremas y las sopas.

La calabaza es una de las verduras más aprovechable de esta época, tanto asada como en sopa o en crema, que es como yo os propongo en esta ocasión. Una crema de calabaza con unos mejillones abiertos al vapor, me parece algo delicioso.

Nos ponemos manos a la obra y en primer lugar vamos a abrir los mejillones como siempre. Bien limpios los pondremos en una cacerola al fuego, tapados para que se abran al vapor –este proceso ya lo hemos hecho en varias recetas–. Cuando estén todos abiertos los escurrimos y colamos el agua que han soltado porque con ella haremos la crema.

Seguimos con la elaboración. Pelamos unos puerros, los limpiamos bien debajo del grifo para que no quede ni un poquito de tierra, y los picamos finos. Les ponemos en una olla con un poco de aceite y mantequilla y los rehogamos hasta que estén bien blanditos. Pelamos la calabaza y la cortamos en dados grandes y los añadimos a la olla donde tenemos los puerros. Le damos un par de vueltas a todo –un par de minutos– y mojamos con el caldo de los mejillones que teníamos reservado, lo dejamos cocer durante 20 minutos –la mitad si utilizáis olla exprés–, lo sacamos y lo ponemos en un vaso de batir o en un bol si utilizamos turmix, y lo trituramos. Ahora viene el truco que va a hacer que sea una crema realmente especial. Le añadimos un poco de crema de queso, poco, porque no queremos que predomine, únicamente que su presencia sea sutil, y seguimos triturando hasta obtener una fina crema, la pasamos por el chino y la volvemos a poner en la olla a fuego lento para que vuelva a hervir.

Mientras hacemos unas tostadas de pan bien finas, para disponer encima los mejillones dentro de nuestra crema, a modo de barquito, y les aportará también un toque tostado y crujiente.

Servimos con los 'barquitos' y disfrutamos de una receta espectacular, fácil de hacer y encima bien sana.