La Puentecilla, un menú para repetir y una carta para compartir

Bajo la dirección de Rosa Mª Peláez, el cliente disfruta con platos bien estructurados y sabrosos

José Luis Pérez

Santander

Martes, 5 de marzo 2024, 15:07

Los últimos años, entre los muchos cambios que ha experimentado la hostelería, han traído una dignificación del menú del día. Hay muchos restaurantes que tienen propuestas realmente interesantes por calidad de las materias primas, por modo de elaboración y por resultado en el paladar; cierto ... es que los precios de estos menús han crecido –todo sube–, pero hay ejemplos como el menú de La Puentecilla que, sin subir el precio –se mantiene en los 20 euros del año pasado–, pasa por ser un opción ideal que invita a repertir. Este restaurante de Oruña de Piélagos, estratégicamente ubicado en un cruce de caminos, propone una interesante gastronomía, de corte tradicional, a la que no le faltan los detalles propios de la cocina actual. Platos bien estructurados, correctamente definidos, de sabores nítidos, agradables a la vista y al paladar. Y con una correcta relación precio-calidad.

En este contexto, entre semana el menú del día tiene una gran protagonismo y demanda. Tres opciones para elegir en cada pase y un precio final de 20 euros. En esta ocasión, el pasado lunes, Víctor, responsable de sala junto con la propietaria del establecimiento, Rosa, daba a elegir entre unos garbanzos con espinacas y bacalao, un guiso de verdad; un sabroso arroz negro con sepia en su punto y langostinos; y una ensalada de ventresca con tomate y espárragos, para comenzar.

Para el segundo plato, espectacular el revuelto de champiñones con cecina y unas láminas de pan crujiente con aceite;abundante el codillo asado con guarnición de verduras y puré de patata; y original la corvina presentada en saquitos de pasta brick sobre una piperrada.

Los postres, caseros, desde el helado de queso –potente de sabor– hasta la tarta de chocolate con un dulce de leche salado o el hojaldre con fresas y crema pastelera.

Todo ello, acompañado con un vino de mesa, agua y café Dromedario, supone un menú del día de primer nivel.

Imagen principal - aRRIBA, Garbanzos con espinacas y bacalao. A la izquierda, codillo asado con verduras. Y, a la derecha, tarta de chocolate y dulce de leche salado. — aRRIBA, Garbanzos con espinacas y bacalao. A la izquierda, codillo asado con verduras. Y, a la derecha, tarta de chocolate y dulce de leche salado. DM

Imagen secundaria 1 - aRRIBA, Garbanzos con espinacas y bacalao. A la izquierda, codillo asado con verduras. Y, a la derecha, tarta de chocolate y dulce de leche salado. — aRRIBA, Garbanzos con espinacas y bacalao. A la izquierda, codillo asado con verduras. Y, a la derecha, tarta de chocolate y dulce de leche salado. DM

Imagen secundaria 2 - aRRIBA, Garbanzos con espinacas y bacalao. A la izquierda, codillo asado con verduras. Y, a la derecha, tarta de chocolate y dulce de leche salado.

Además, el restaurante cuenta con una carta con especialidades idóneas para compartir. Se puede empezar con un jamón de bellota, una cecina de León, un queso curado de oveja, unas anchoas o una carpaccio de ternera. Luego hay tres tipos de ensaladas y entrantes para servir al centro como las rabas, las croquetas, los langostinos en tempura, los chipirones a la plancha, el pulpo a la parrilla o las mollejas de cordero.

A partir de ahí el cliente encontrará dos tipos de revueltos, los arroces según temporada, albóndigas de rape y langostinos, bacalao confitado y pescados del día. En carnes, el abanico de opciones va desde el entrecot hasta la costilla lacada con salsa agridulce, las carrilleras de cerdo ibérico o el taco de cordero lechal, manzana y verduras.

Los postres, siempre caseros, en la línea de lo anteriormente reseñado para el menú del día.

En definitiva, La Puentecilla, con 18 temporadas de actividad y una regularidad digna de subrayar, se ha consolidado en una zona que tiene una importante y variada oferta gastronómica y donde la competencia es fortaleza.

Oruña de Piélagos