No se trata de una broma, ni es lo que antiguamente se llamaban 'serpientes de verano'; es decir, esas noticias sorprendentes que se publicaban durante estos meses para entretener al personal en plena canícula.
Este producto contiene proteínas, grasas y azucares y aporta tres veces más energía que, por ejemplo, una cantidad equivalente de leche de búfala. La leche de búfala tiene mas calorías que la de vaca porque es mucho más grasa; por eso se utiliza para la producción de mozzarella.
Volvamos a la cucaracha. La proteína de la leche de cucaracha tiene un muy elevado valor biológico, ya que proporciona todos los aminoácidos necesarios y en las proporciones correctas para la alimentación humana. Esta proteína es más nutritiva que las proteínas de la leche de vaca y los científicos creen que podría ser un nutriente esencial para alimentar a la población creciente de seres humanos en el futuro.
Como la idea de andar ordeñando cucarachas no es muy seductora, ni rentable desde un punto de vista comercial, en 2016 un grupo internacional de científicos -la mayor parte del Institute of Stem Cell Biology and Regenerative Medicine de la India- abordó estudiar en toda su intimidad esta proteína que produce la cucaracha en su intestino.
La India es un país superpoblado con grandes problemas para alimentar a sus mil trescientos millones de habitantes en la actualidad y no digamos en el futuro. Lo que buscaban los científicos indios al analizar esta proteína es ver si la podrían fabricar en el laboratorio, con lo que obtendrían un gran producción de este súper nutriente.
Ahora que los investigadores ya tienen la secuencia, esperan obtener una levadura modificada genéticamente capaz de producir toneladas de esta proteína mediante su cultivo industrial en grandes depósitos. Una alternativa mucho más eficaz que la extracción de proteínas de las tripas de la cucaracha.
Si esto se logra, y no existen impedimentos tecnológicos para que no se pueda conseguir en un corto plazo, va a suponer una auténtica revolución nutricional y gastronómica. Ya no habrá que buscar algún superalimento, como por ejemplo la quinoa, que acabe con el hambre en el mundo; la solución será la proteína de leche de cucaracha. Se producirán miles de toneladas de esta súper proteína que servirá para elaborar todos los alimentos básicos que consumimos y terminar con la desnutrición, sobre todo infantil, en muchas zonas del planeta. Será la 'leche en polvo' del siglo XXI (esto solo lo entenderán los lectores más talluditos).
Pero no se preocupen, las quesadas, sobaos y demás delicias cántabras seguirán elaborándose con la excelente leche y mantequilla que producen estos prados y montañas.
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