Queserías, agrupaciones de productores, una empresa con vocación internacional y un grupo hostelero, Premios Sabe a Norte 2025

Fue en un ya lejano año 2016 cuando, desde Cantabria en la Mesa, el suplemento de gastronomía y agroalimentación de El Diario Montañés que se publica cada sábado desde hace 843 semanas, ya se había consolidado después de seis años de andadura, se impulsó la puesta en marcha de los Premios Alimentos de Cantabria que ahora se llaman Premios Sabe a Norte –cambio justificado de nomenclatura para adaptarse a las normas europeas en la materia–.

En aquella ocasión, en concreto el 16 de junio de 2016, se distinguió, entre otros, a empresas agroalimentarias tan señeras como Laboratorios Arroyo, Café Dromedario o Grupo Consorcio. Hoy, una década después, esta iniciativa cumple diez años, un periodo lo suficientemente significativo como para poder certificar, sin riesgo a equivocarse, que esta iniciativa ha aportado un 'granito de arena' para reconocer y dar visibilidad a decenas de empresas, de profesionales y de proyectos ilusionantes que dan sentido a la fortaleza de un sector clave para la economía regional.

En la tarde de hoy, y en una nueva ubicación después de nueve años en Torrelavega, se entregarán los galardones de la X edición de los Premios Sabe a Norte - Producto de Cantabria. Serán seis premios y dos galardones/reconocimientos a título póstumo a dos grandes profesionales que nos dejaron a finales de 2024. Hoy es un día para festejar, para tributar un homenaje a quienes con su talento, profesionalidad, dedicación, compromiso y esfuerzo contribuyen a poner a disposición del consumidor alimentos de calidad, con identidad y con el sello de Cantabria. Pero también aportan decisivamente al tejido social y económico un valor añadido que, entre otros aspectos, aminora el despoblamiento rural y aporta flujo económico a zonas que precisan de iniciativas que generen riqueza y bienestar.

Por otro lado, la jornada de hoy también será una cita imprescindible para quienes quieran tributar un homenaje a Raúl Guillarón, quien fuera durante muchos años secretario general de Asaja, por su aportación en defensa del sector primario; y a Kiko Martínez Nates, empresario vinculado al sector conservero que llevó la anchoa a medio mundo, además de ser cofundador de la asociación de catadores Umami. Ambos nos dejaron en los meses de octubre y noviembre del pasado año y el jurado consideró de justicia reconocer ahora su legado para que sus familiares y amigos puedan sentirse aún más orgullosos de ellos.

Además de los familiares/amigos de Kiko y Raúl, subirán hoy al escenario del Cine Teatro Vimenor, en Vioño de Piélagos, los responsables de dos grandes grupos empresariales como Lafuente y Froxá, ambos referentes en sus respectivos segmentos y con vocación para conquistar mercados nacionales e internacionales, teniendo como punto de partida Cantabria. Ambos también tienen en común una visión a futuro que enmarca las importantes inversiones que están ejecutando o que tienen previstas a corto y medio plazo.

Además, también serán distinguidas iniciativas más modestas y pequeñas, pero que desde el territorio, gracias al esfuerzo de sus promotores, están consiguiendo dinamizar zonas poco pobladas de la región y poner en marcha formas singulares de producir y de comercializar sus elaboraciones. Nos referimos a La Lleldiría en Merilla (San Roque de Riomiera) y a Efecto Ecológico, una asociación de pequeños productores creada para poder distribuir sin intermediarios.

También el sector ganadero vuelve a tener protagonismo en estos premios. En esta ocasión es Afteca, la Agrupación para el Fomento de los Terneros de Cantabria, una idea que nació en el laboratorio de ideas del programa de Desarrollo Rural de la Fundación Botín de la mano de José María Ballester –recientemente fallecido y reconocido en estos premios por su trayectoria en el año 2022–: se trata de dar un valor añadido dentro de la propia región a la carne de ternera bajo el sello de la IGP Carne de Cantabria.

Finalmente, desde la primera edición, estos premios contemplan un reconocimiento a los hosteleros o personas que defienden y promocionan los productos de Cantabria. Y este año el jurado decidió que el premio lo merece el Grupo Astuy, que, además de ser referente por su vivero de langostas, trabaja con el producto local, siendo el vino elaborado en el municipio y los pimientos de Isla dos buenos ejemplos.

Este año, la organización también distinguirá a una serie de empresas y profesionales de Piélagos, cuya aportación es clave a la hora de definir el perfil agroalimentario de la economía municipal. Así, serán distinguidos Siderit, Somarroza y Toni González, de El Nuevo Molino, que ya recibieron uno de estos premios en ediciones anteriores; y a ellos se han sumado en este décimo aniversario Andía Lácteos de Cantabria; Ganadería Benera, de José Ángel Pereda; Ganadería Arrabal, de Álvaro Pereda; SAT Carcabal, de los hermanos Alonso; Quesería El Bardal, de los hermanos Gutiérrez Bernal; Embutidos La Salada; Panteff y Helados Riancho.

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