El queso de nata de Cantabria, la mejor elección para una burger cremosa y sabrosa
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Su porcentaje de materia grasa lo convierte en un queso fundente ideal para este tipo de bocadilloPese a los que muchos puedan creer, el queso y la hamburguesa no siempre han sido la pareja perfecta. En sus primeras apariciones, el bocadillo se preparaba sin este extra y, aunque no hay un consenso generalizado, parece ser que fue Lionel Sternberger ... el primero en añadirle queso convirtiendo a la cheeseburger en todo un éxito a finales de 1920.
Desde entonces, y salvo raras excepciones debidas a gustos o intolerancias, el queso y la hamburguesa son un tándem gastronómico inseparable, pero la cuestión es, ¿cuál es el queso perfecto? Acostumbrados, quizás por culpa de las cadenas de comida rápida, a ver la sabanita de color naranja sobre el trozo de carne, el primero que se nos viene a la cabeza es el cheddar. Pero con el beneplácito, o sin él, de los ingleses, no hace falta irse tan lejos para encontrar la mejor opción.
Si pensamos en cuáles deben ser las características de este ingrediente lo primero que se nos viene a la cabeza es que sea fundente, un queso graso que se derrita con facilidad al colocarlo sobre la carne recién cocinada, y que tenga un buen sabor, con la fuerza justa para no anular el del resto de ingredientes. Y si a todo esto le añadimos el aval que otorga el sello de calidad de Denominación de Origen Protegida, el queso Nata de Cantabria es la mejor elección.
Elaborado con leche entera procedente exclusivamente de vaca de raza frisona, se trata de un queso ideal para fundir gracias a su, como mínimo, 45% de materia grasa en extracto seco. El salado se realiza por inmersión en salmuera, con una duración máxima de 24 horas y su maduración mínima es de siete días. Con una corteza blanda y de color hueso, se trata de un queso de pasta prensada cremosa, con un sabor y aroma característicos que consigue aportar una densidad que envuelve a la carne elevando a la excelencia al bocado.
Asimismo, a pesar de que entre los formatos de presentación del queso de nata de Cantabria se encuentra la opción de adquirirlo en las tan típicas lonchas propias de estos bocadillos, el formato cilíndrico en el que también aparece es idóneo para la fisonomía de la hamburguesa.
Y por si todo esto suena a poco, esta evolución del queso pasiego no solamente es el queso ideal para adultos. Su sabor suave y su característica textura cremosa hacen las delicias de los más pequeños de la casa, grandes admiradores y, cuando sus progenitores lo permiten, consumidores de las burger.
Pero como en la variedad está el gusto, el catálogo de quesos existente es tan amplio que, desde el regional Lakta, caracterizado por su tipología madurada, su textura semicremosa y su sabor láctico, hasta otros más internacionales como el típico queso americano, todo amante de la cheeseburger encontrará el tipo de queso que hará de cada mordisco un exquisito placer.
El queso clásico por excelencia para las hamburguesas, es inconfundible gracias a su característico color que va desde el amarillo suave al anaranjado. Es una buena opción si lo que quieres es aportar cremosidad y suavidad de la carne.
Procedente de Suiza y caracterizado por sus conocidos agujeros, debe ser cortado fino para que se derrita mejor. Una apuesta segura es optar por el elemmetaler AOC (con denominación de origen) que ofrece a la buger su aroma delicado y el suave sabor a nuez.
Este queso danés cuenta con un sabor suave y sutil y un aroma intenso y mantecoso. Su contenido graso varia entre el 30% y el 45% lo que facilita su fundición. Todo ello lo convierte en un buen extra para la hamburguesa, aportado cohesión y textura al combinado.
Elaborado con leche de vaca, cuenta con un sabor suave lo que permite degustar el resto de ingredientes, aunque, precisamente para no perderlo en el bocado, no es recomendable añadir muchos más aderezos. Para los más atrevidos, existe el 'provolone piccante'.
El original sabor con toques dulces de este queso suizo aporta un factor diferenciador al resto de ingredientes de la hamburguesa. Su facilidad a la hora de fundir hace recomendable añadírselo a la carne una vez esté fuera del fuego, para evitar así estropear el plato.
De origen holandés, en su elaboración se impregna en salmuera, lo que enriquece el sabor de la corteza y lo dota de un mayor aroma. Una buena opción es derretirlo mientras la carne está en la plancha. Añadir, además, foie al bocadillo siempre es una buena opción.
Estos quesos ofrecen sabores muy diferentes, a veces fuertes pero sutiles. A pesar de que no se derrite, aporta textura, aroma y frescura a la carne. Su excelente combinación con la cebolla caramelizada empieza a ser imprescidible de las cartas de hamburguesas.
A la hora de elegir este queso francés, conviene saber que adquiere un sabor más fuerte a medida que madura. Con un 45% de materia grasa, se trata de un queso fundible, por lo que ponerlo sobre la carne mientras se cocina no es una buena opción.
Esta elección es, sin duda, para aquellos paladares más exquisitos y atrevidos. Son quesos que funden bien y que resaltan el sabor fuerte de la carne. Una excelente elección es el DOPQueso Picón Bejes-Tresviso, con su sabor levemente picante.
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