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Hoy os propongo unas albóndigas de carne en salsa coreana, inspiradas en las conocidas como 'tteokbokki'. Unas bolas de arroz glutinoso muy populares en Corea del Sur, cuyo origen encierra una interesante historia que ha evolucionado a lo largo del tiempo.
El origen de estas ... bolas de arroz se remonta a la antigua dinastía Goryeo que gobernó la península coreana desde el año 918 hasta 1392. El arroz glutinoso era un alimento básico en la dieta coreana. Por su cualidad pegajosa, los coreanos enrrollaban el arroz en forma de bola y después las hervían en salsa picante de chile rojo o 'gochujang'. Se trata de un condimento coreano fermentado que se utiliza ampliamente en su cocina. Es una pasta espesa y picante elaborada principalmente a partir de chiles rojos, arroz glutinoso fermentado y soja.
El proceso de elaboración del 'gochujang' comienza con la molienda de los chiles rojos, que le dan su característico e intenso color. Luego, se mezclan con arroz glutinoso cocido y la soja fermentada, junto con sal y otros ingredientes como azúcar y ajo. Esta mezcla se deja macerar durante varios meses, lo que le confiere ese sabor único y complejo. Nosotros no vamos a hacer las bolas de arroz, sino de carne, nuestras albóndigas. Deliciosas y jugosas pero con una salsa altamente adictiva. ¿Y sabéis qué es lo mejor de todo? ¡Que son facilísimas de hacer!
1 kilo de carne de ternera picada.
Cebolleta picada finamente.
2 dientes de ajo.
2 cucharadas de salsa de soja.
Unas gotitas de aceite de sésamo.
1 cucharadita de azúcar.
1 cucharadita de sal.
½ cucharadita de pimienta negra.
1 huevo batido.
2 cucharadas de harina.
Todo esos ingredientes los mezclamos con las manos en un bol hasta que se integren bien y lo dejamos reposar una media hora en la nevera para que coja un poco de consistencia.
Transcurrido este tiempo lo sacamos y vamos formando las bolas, con la mano, como toda la vida. No muy grandes y tampoco las apretamos mucho para que queden más jugosas. Calentamos suficiente aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto para freír las albóndigas hasta que estén doradas y cocidas por dentro, por eso el fuego medio alto para que no se nos quemen por fuera. Las sacamos de la sartén y las ponemos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Salsa de soja.
Azúcar moreno.
Una cucharada de pasta 'gochujang',
Vinagre de arroz.
Unas gotas de aceite de sésamo.
Encendemos el fuego y removiendo bien la cocinamos a fuego medio hasta que se espese ligeramente –un poco de cuerpo– y agregamos las albóndigas fritas. Removemos bien para que la salsa vaya napando nuestras albóndigas y lo dejamos todo a fuego medio-bajo durante unos minutos para que los sabores se integren.
El mejor acompañamiento para estas riquísimas albóndigas no es otro que un arroz blanco, el tradicional, el de siempre que hagáis en casa.
Servimos en un plato con un poco de arroz blanco de base y por encima las albóndigas con su salsa y un poco de sésamo tostado espolvoreado por encima. ¡Una auténtica delicia!
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