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La carne, fuente de proteínas, grasas y minerales de nuestra dieta, es uno de los alimentos preferidos por nuestros pequeños. Desde la infancia nos acompaña en nuestras mesas. Os propongo escalopes de ternera. A mí me gustan los filetes de cadera porque suelen tener un tamaño grande y son perfectos para rellenar y luego empanar. Esto también ayudará a romper las fibras de la carne y que quede mas tierno.
4 filetes de ternera.
2 huevos.
Harina.
Pan rallado.
Sal.
Pimienta.
Aceite de oliva.
Opcional para el relleno: jamón, queso, setas y paté.
Pasamos la carne por harina, huevo y por último, el pan rallado. Retiramos el exceso sacudiéndolo un poco y a freír en aceite de oliva caliente, un minuto por cada lado, hasta que cojan un dorado interesante. Los escurrimos y listo.
Lógicamente, podemos rellenar nuestros filetes de lo que más nos apetezca, el clásico jamón y queso, alguna verdura, setas o simplemente untando un poco de paté. También podemos acompañarlo con alguna salsa clásica como la de pimienta, queso o pimientos, entre otras.
Pediremos a nuestro carnicero que nos corte los filetes entre 8 y 10 mm de grosor. Dependiendo del corte de vacuno, también es importante el método de cocción que utilicemos. Si es un poco más, los metemos entre dos papeles film y los golpeamos hasta conseguir llegar al grosor deseado. El queso es perfecto para el relleno porque podemos jugar con la intensidad del mismo, y además, al fundirlo, nos aporta otra textura agradable para acompañar la carne y el empanado.
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