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La coliflor gusta y disgusta casi por igual. Hay quienes la rechazan incluso viéndola en los expositores de los mercados y quien la comería una o dos veces por semana. Para los que están en el segundo grupo, 'La receta del día' propone una coliflor rebozada; un primer plato que consigue «entrar por los ojos» como se dice en términos coloquiales. Así, revestida con huevo y harina, este vegetal adquiere una consistencia que no deja indiferente a los que no la quieren. Una fórmula de fácil elaboración y, muy importante, económica que además puede ser una guarnición, por ejemplo, para una carne guisada o asada.
1,5 kg. de coliflor.
4 huevos.
1 vaso de leche.
Harina.
Sal.
Limpiamos bien la coliflor y cortamos los ramilletes.
Los ponemos a cocer cubiertos de agua, con un poco de sal y un vaso de leche, para que quede blanca.
Controlamos que la coliflor esté cocida al dente, no blanda, la escurrimos y dejamos enfriar.
Pasamos los ramilletes por harina y huevo para freírlos en abundante aceite caliente. Según vamos sacando los fritos, los dejamos escurrir sobre papel absorbente.
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