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Una ensalada siempre es un magnífico recurso, un entrante perfecto, en especial para los que no pueden pasar sin un plato de estas características a diario. Ricardo Ezcurdia, gastrónomo y colaborador semanal de Cantabria en la Mesa, presenta una ensalada de espárragos verdes que es ... la que se desarrolla en 'La receta del día'. Hay que aprovechar que este producto está en plena temporada y sus muchas ventajas, empezando por las del punto de vista nutricional.
12 espárragos.
1 lechuga o escarola.
2 tomates.
1 huevo cocido.
180 gr. de aceitunas negras.
8 anchoas.
1 cucharada de alcaparras.
1 chalota o cebolleta.
Parmesano rallado al gusto.
Aceite de oliva.
En primer lugar limpiamos los espárragos y con la ayuda de un pelador hacemos tiras finitas del tallo, reservando las yemas enteras, aquí tenemos dos opciones: una, saltear las tiras de los espárragos o escaldarlas. A mí me gusta más la primera, y así añado las yemas y las doy un par de vueltas en una sartén caliente con unas gotas de aceite, lo justo para que pierdan la rigidez, nada, muy ligero salteado. Las reservamos.
Lavamos bien la escarola y la secamos, pelamos los tomates y los cortamos en cuadritos, lo disponemos todo en una ensaladera amplia para que la presentación quede lo más vistosa posible. En la parte superior colocamos las tiras de espárragos salteadas y las yemas estratégicamente colocadas para decorar. Salpimentamos.
Para el aliño vamos a hacer un «tapenade» ligero y bien sencillo, con unas anchoas, unas aceitunas negras, alcaparras, una chalota o cebolleta y un toque de parmesano rallado. Trituramos todos estos ingredientes y le vamos añadiendo poco a poco aceite de oliva para que vaya emulsionando.
El resultado es como una pasta que podemos utilizar para infinidad de cosas. Con unas tostadas de pan y un poco de queso están buenísimas. En este caso como queremos un aliño en un bol pequeño mezclaremos un poco de nuestra pasta con aceite y unas gotas de vinagre o limón y con esto aliñamos la ensalada.
Existe un poco de confusión con el espárrago verde ya que no es exactamente lo mismo que el espárrago triguero. El primero lo podemos encontrar prácticamente durante todo el año en nuestros mercados mientras que el triguero, al ser silvestre, solamente lo veremos al inicio de la primavera, su temporada. Otra de las principales diferencias es el grosor, ya que los silvestres o trigueros son mucho más finos y tienen un sabor un poco más amargo e intenso que los verdes de cultivo.
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