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Con los calores que tenemos estos días, a la hora de comer nos apetece siempre algo fresquito y ligero, que nos refresque y no nos siente pesado, con lo cual es más que habitual que nos agarremos muy fuerte a las ensaladas. La que hoy ... os traigo es una ensalada muy especial, sencilla y rápida, de preparar y de comer, veréis como vuela de la mesa.
Se trata de una ensalada de sandía con queso fresco, no tiene mucha más complicación, pero lo que sí hay que tener en cuenta son varias cosas a la hora de elegir los ingredientes, sobre todo la sandía.
Busca una sandía que sea pesada en proporción a su tamaño y tenga una mancha amarilla en un lado, eso indica que ha madurado al sol. También debe tener un sonido sordo cuando la golpees suavemente, es importante que tenga una forma uniforme y no tenga protuberancias extrañas. La textura debe ser uniforme, sin zonas blandas ni duras en exceso. Busca una sandía que tenga una parte inferior plana esto indica que ha madurado al sol en el campo.
Respecto a su color, la sandía debe ser verde oscuro tenemos que evitar las que tengan manchas blancas o áreas pálidas.
Puedes mantener la sandía en el refrigerador para que esté fría al momento de servirla. Como normalmente no nos cabe entera lo mejor es cortarla en trozos y guardarlos en un recipiente hermético.
Una sandía.
Queso fresco.
Aceitunas negras deshuesadas.
Unas hojas de menta fresca.
Lavamos bien la sandía antes de cortarla. La partimos en trozos, no muy grandes, para que sean de bocado, retiramos las semillas si las tuviera y la reservamos.
Vamos con el queso. Tenemos muchas y muy buenas opciones de queso fresco en nuestra región, aquí podéis elegir el que más os guste. Os recomiendo que tenga una textura lo más firme posible para que no se deshaga mucho, lo cortamos también en cubitos un poco más pequeños que la sandía y los reservamos.
Las hojas de menta fresca nos van a aportar un matiz especial, un sabor refrescante que junto con la sandía hace una combinación perfecta.
Incorporamos las aceitunas negras deshuesadas y cortadas por la mitad, o si queréis en 3, no tienen que tener mucha notoriedad pero si aparecer de ves en cuando en algún bocado, con lo cual no echéis muchas.
Vinagre de manzana, de sidra o al gusto.
Sal.
Pimienta negra recién molida.
Vamos a hacer una vinagreta con un aceite de oliva, preferiblemente de la variedad hojiblanca, y lo vamos a emulsionar con un vinagre de manzana, de sidra o el que más os apetezca, pero que no sea excesivamente potente para que no se nos desvirtúen los demás sabores, sal y pimienta negra recién molida y lo batimos hasta que nos quede como una crema.
Ponemos en un bol la sandía, el queso y las aceitunas, añadimos el aliño por encima y por último las hojas de menta. Una ensalada perfecta para el calor.
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