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El níscalo es una de las setas que más se aprecian en la cocina. Es también una de las más conocidas por la población y ... un manjar para los que valoran sus buenas características, su sabor que es ligeramente amargo. Por ello, se aconseja consumirla sola, asada, condimentada con ajo y perejil o al horno, con bacon, cebolla y tomillo, entre otras especias. Esta última fórmula es la escogida para 'La receta del día'. La temporada del níscalo está a punto de finalizar, con la llegada de la primavera, así que hay que aprovechar los últimos días de su vigencia y disfrutar de esta auténtica delicatessen gastronómica.
1 kilo de níscalos.
100 gr. de bacon.
1 cebolla.
1 vaso de vino blanco.
Aceite de oliva.
Sal.
Tomillo.
Perejil.
Mantequilla.
Quitar los pies de los níscalos, limpiar con cuidado los sombreros de la suciedad y secarlos con un paño.
Untar una fuente grande con aceite.
A continuación, picamos bien fino el bacon, la cebolla y el perejil. Mezclamos todo con mantequilla.
Colocamos los níscalos en la fuente con las láminas hacia arriba, les echamos sal y el vaso de vino blanco y les ponemos un poco de la mezcla anterior con mantequilla a cada uno.
Metemos la bandeja en el horno a 180 grados y los dejamos hacer durante 15 o 20 minutos. Debemos regarlos cada 5 minutos por encima con el jugo que destilan las propias setas al fundirse la mantequilla.
Cuando sacamos el níscalo del horno, espolvoreamos perejil picado fresco por encima. Se deben servir muy calientes.
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