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La jibia, también conocida como sepia o, si estas en Santander, como cachón, es un marisco de la familia de los moluscos cefalópodos que forma parte de la gastronomía cántabra más popular. Es una exquisitez de la que muy pocos logran 'escapar', y llega a 'La receta del día' en una de sus presentaciones más estimadas: la marmita. Un guiso contundente, sin duda, pero igual de equilibrado.
1 kilo de jibia (o cachón).
1 kilo y 500 gramos de patatas.
1 cebolla grande.
2 pimientos verdes grandes.
4 costrones de pan.
1 vaso de vino blanco.
Aceite de oliva.
Sal.
Perejil.
Media guindilla.
Sal.
Se lava, se pela y se corta la jibia en trozos pequeños. Reservamos el hígado.
En una cazuela de barro, calentamos el aceite para rehogar la cebolla y el pimiento, previamente cortados en trozos pequeños.
Antes de dorarse la cebolla, añadimos la jibia y las rehogamos durante media hora (hasta que se consuma todo el agua que ha ido soltando y solo quede el aceite).
A continuación, pelamos las patatas, las troceamos y se rehogan junto a las jibias durante cinco minutos. Trituramos el hígado con un poco de agua y lo añadimos también.
Luego, agregamos el vaso de vino blanco y la media guindilla, y lo dejamos hacer otros cinco minutos.
Posteriormente, agregamos el vaso de vino blanco y la media guindilla y lo dejamos hacer otros cinco minutos.
Lo cubrimos todo con agua y lo dejamos cocer hasta que las jibias se pongan tiernas.
Finalmente, echamos sal a gusto y se sirve con costrones de pan y perejil espolvoreado.
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