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Los cefalópodos son una parte fundamental dentro de la gastronomía tradicional española y cada vez más en la alta cocina nacional e internacional. Su exquisito sabor, sumado a las excelentes propiedades que nos proporcionan, hacen de ellos un alimento cada vez más común en nuestra ... nevera. Calamar, cachón, sepia, magano, chipirón y mil nombres más que, depende de donde nos encontremos, se denominan de una manera u otra, aunque que aclarar que no son el mismo animal, son todos cefalópodos y cada uno tiene, en mi opinión su manera optima de preparación, dependiendo sobre todo de su tamaño y textura.
Si hay un montón de nombres para denominarlos no se pueden imaginar la cantidad de maneras que hay de prepararlos, en guisos tradicionales, con patatas están increíbles, con garbanzos, a la plancha, encebollados, etc…
Sirven, además, y aquí va mi consejo de esta semana, para hacer sofritos como base para cualquier guiso de pescado que queramos hacer, un arroz o una fideuá.
Ajo.
Cebolla.
Pimiento rojo y verde.
Tomate.
Calamar.
La idea es hacer un sofrito con ajo, cebolla, pimiento rojo y verde, tomate y el calamar bien troceado, para lo cual lo primero que tenemos que hacer es quitar los ojos, el pico, la pluma y limpiar muy bien su interior.
Seguidamente lo picamos en cuadraditos pequeños y el resto es bien sencillo.
Pochamos el ajo, la cebolla, los pimientos, añadir el tomate pelado, picado o rallado, y más tarde el calamar.
Dejar que el tiempo y el fuego hagan su trabajo. Sin prisa para que nos quede un sofrito delicioso.
Esta receta es una manera genial de acortar pasos en la cocina cuando no disponemos de todo el tiempo que quisiéramos ya que una vez frío lo vamos a congelar en pequeñas porciones para que cuando lo vayamos a utilizar solo tengamos que coger lo que necesitamos y a la sartén.
El sofrito de calamar aporta un sabor y aroma deliciosos, y únicos a los guisos. Un gusto salado y ligeramente dulce que se integra perfectamente con los demás ingredientes que queramos añadir, combina perfectamente con cualquier producto del mar.
Además, los calamares son ricos en proteínas y tienen un alto contenido de minerales como el hierro y el zinc, lo que los convierte en una excelente opción para enriquecer nutricionalmente cualquier comida.
En resumen. El sofrito de calamar es una excelente adición a cualquier guiso, ya que potencia sabor, aporta nutrientes y una base sólida para desarrollar otros sabores. Esta es una de las grandes utilidades que tienen, aunque para mí como mejor están es en forma de nuestras famosas rabas. Es tan sencillo y el resultado tan bueno que les recomiendo que compren calamar fresco, lo limpien, lo corten, un poco de harina y al aceite caliente. El aperitivo perfecto también lo podemos hacer en casa porque ¿a quién no le gustan las rabas?
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