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En los valles pasiegos, la tarta de queso, un postre tan clásico como exquisito, está impregnada de ráspanos o lo que es lo mismo, de una confitura de arándanos. Es una elaboración que sigue similares procesos a cualquier otra receta clásica de este tipo de tarta, solo que para su decoración se incluyen los ráspanos, o sea, arándanos en confitura. Un postre tradicional, adaptado a la rica gastronomía de la zona que cuenta sobre todo con una calidad de producto excepcional, de la tierra, de origen. Así que hay que aprovecharlo incluso para una dulce y más que apetecible tarta de queso.
500 gr. de queso fresco.
250 ml. de nata.
3 huevos.
100 gr. de azúcar.
1 cucharada de maicena.
½ bote de confitura de arándanos.
½ bote de mermelada de albaricoque.
Batimos el queso, la nata, los huevos, el azúcar y la maicena.
Engrasamos un molde con mantequilla y vertemos la mezcla.
Lo cocemos en el horno a temperatura fuerte durante media hora, mezclamos con la batidora las mermeladas y cubrimos la tarta.
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