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Hoy proponemos un postre que cada vez se elabora más en las cocinas de Cantabria y que fusiona tradición e innovación. Es una solución para aprovechar los sobaos que se empiezan a poner duros. En cuanto a la presentación, unas natillas ligeras o un helado ... de queso son el acompañamiento perfecto para esta torrija.
2 sobaos grandes.
250 ml. de leche.
1 rama de canela.
1 huevo.
Corteza de 1/2 limon.
1 Chupito de orujo de Liébana (opcional).
Azúcar.
Ponemos en un cazo a hervir todos los ingredientes, una vez que consigamos que hiervan apagamos el fuego, lo tapamos y lo dejamos enfriar para que infusione la leche con el limón y la canela.
Cortamos los sobaos por la mitad y los mojamos en la leche, sacándolos y poniéndolos a secar en una rejilla para que escurran el exceso de líquido.
Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite de oliva 0,4 y vamos pasando por el huevo batido los sobaos, cuando esté caliente el aceite los vamos friendo uno a uno con sumo cuidado para que no se nos rompan, los doramos bien por ambos lados.
Cuando saquemos los sobaos de la sartén, los ponemos en papel absorbente con el fin de escurrir el exceso de aceite.
Si se quiere se puede añadir azúcar a la parte superior y quemar con un soplete para que se cree una película de caramelo crujiente.
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