El restaurante Gelín mantiene al día la base de su cocina en Nueva Montaña

Las lechugas de Anero y los tomates de Tudela ya compiten con los pescados y otros clásicos de este establecimiento de la afueras de Santander

Alicia Del Castillo

Santander

Jueves, 6 de julio 2023, 15:30

El Gelín no solo es parada obligada para muchos de los trabajadores de la zona industrial de Nueva Montaña. También para los clientes que con los años se han convertido en amigos; y para cuando apetece comer en un clásico de siempre. Pero no solo la comodidad es lo que mueve a toda una clientela fija de muchos, muchísimos años. Aquí lo que prima es el producto. La base de una cocina tradicional que se ha mantenido siempre al día. También la atención al cliente, siempre impecable; y el ambiente familiar que les distingue, con Pilar y Ángel, sus fundadores, pero que continúa con sus hijos, Ángel y Julia, incorporados al negocio hace ya varios años.

La cocina del Gelín no defrauda y aunque su carta sigue centrando la atención en los mariscos frescos, los pescados salvajes, los arroces y las carnes maduradas, poco a poco las miradas de los clientes se detienen también en las hortalizas y los tomates de Navarra, o las lechugas de Anero, que se han ido incorporando a la propuesta y que llaman la atención del comensal en el mismo comedor. «Hemos apostado por dar un mayor protagonismo a la huerta de Floren Domezáin, de Tudela, quien nos provee de espectaculares tomates prácticamente todo el año. Además nos asesora a la hora de preparar otras muchas verduras como la borraja, una gran desconocida».

Imagen secundaria 1 - A la izquierda, tomate de la huerta de Floren Domezáin. A la derecha, croqueta cremosa de centollo. — A la izquierda, tomate de la huerta de Floren Domezáin. A la derecha, croqueta cremosa de centollo. DM

Imagen secundaria 2 - A la izquierda, tomate de la huerta de Floren Domezáin. A la derecha, croqueta cremosa de centollo. — A la izquierda, tomate de la huerta de Floren Domezáin. A la derecha, croqueta cremosa de centollo. DM

Entre las recomendaciones siempre está el tomate de Floren, aliñado con oliva virgen y vinagre reserva de cinco años del propio Domezáin. También en estos días han llegado las piparras, otras de las joyas de la huerta veraniega, y no faltan en la carta las ensaladas. Con lechugas vivas, frescas y crujientes, para acompañar, por ejemplo, con ventresca de bonito de aquí.

Entrantes, pescados y vinos

Tanto Julia como Gelín recomiendan el jamón ibérico de bellota, «5J de Sánchez Romero cortado a cuchillo», las anchoas Codesa –edición limitada– con pimientos asados en casa, o las cremosas croquetas de centollo (en formato ración o media ración), entre algo más de una docena de propuestas.

Imagen secundaria 1 - A la izquierda, San martín o pez de San Pedro a la plancha. A la derecha, flan de huevo. — A la izquierda, San martín o pez de San Pedro a la plancha. A la derecha, flan de huevo. DM

Imagen secundaria 2 - A la izquierda, San martín o pez de San Pedro a la plancha. A la derecha, flan de huevo. — A la izquierda, San martín o pez de San Pedro a la plancha. A la derecha, flan de huevo. DM

Fuera de carta siempre hay pescados salvajes que se preparan con acierto; a la plancha, al horno o fritos, como por ejemplo san martín o salmonetes. En carta también hay jargo, lubina, cogote de merluza, sapito de dos raciones, merluza de pincho, cocochas de bacalao, y bonito de temporada. En postres, Gelín dice haber vuelto «a los clásicos»: no se pierdan el cremosísimo flan de huevo ni el arroz con leche, con costra de caramelo.

La carta de vinos ofrece cerca de 200 referencias, y el comensal elige su vino a través de una tablet, donde podrá seleccionar desde el tipo de uva hasta el precio, la añada, la bodega o el maridaje. Gelin completa su propuesta con una carta actualizada de bar y terraza, con variedad de raciones y platos clásicos de un restaurante al que no tardarán en volver.

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