El restaurante A mi manera celebra su quinto cumpleaños en Monte

Luis Vena y Adriana Oleinic comenzaron su andadura dentro de la hostelería en La Casona de Fresneda, un amplio negocio en el valle de Cabuérniga que regentaron durante una década. Allí el cocido montañés siempre fue un icono, esa especialidad que nadie puede pasar por alto y que por sí misma provoca una escapada hasta allí. Pero hace cinco años, esta pareja decidió emprender un nuevo proyecto empresarial en Monte, donde abrieron A mi manera, un restaurante de cocina tradicional, con un estilo propio, con una fiel clientela y al que trajeron las fórmulas de éxito que les acreditaron a orillas del río Saja. Y ahí es donde el cocido montañés, que está realmente bueno y que elabora cada día la propia Adriana –lo mismo que la tarta de queso–, adquiere un papel estelar.

El cliente encontrará en este restaurante la doble posibilidad de decantarse por el menú del día o por la carta. El primero tiene un precio de17 euros y cuenta con ocho primeros para elegir (cocido montañés, caricos con jabalí, ensaladilla, ensalada de cecina y foie, champiñones rellenos con jamón y queso, milhojass de berenjena, pisto y queso de cabra gratinado al horno, alcachofas a la plancha con virutasde jamón y berenejana rellena de pisto con salsa de setas)y casi otros tantos segundos (codillo al horno, carrillera estofada, hamburguesa de tudanca, albóndigas de carne de tudanca, entrecot a la plancha, cachopo relleno de jamon y queso, pimientos rellenos de pescado y gambas, dorada al horno y albóndigas de merluza). Si a ello se sumas la bebida y el postre, la propuesta en más que tendadora para cualquier día.

En la carta, además de algunos de estos platos, hay varios tipos de ensaladas y abundantes entrantes clásico ideales para compartir, como embutidos de caza, ibéricos, quesos, cecina, morcilla, rabas, croquetas, pasteles de cabracho o de queso y salmón, mejillones en salsa, mollejas, callos, puerro gratinados o foie). En carnes destacan el cabrito al horno, el steak tartar y el chuletón de tudanca; en pescados, la merluza asada o a la romana y el bacalao frito; y en postres, una deliciosa tarta de queso muy cremosa, el coulant de chocolate y las tartas de chocolate, calabaza o zanahoria.