Restaurante El remedio: lo sencillo, con talento, alcanza aquí la máxima expresión

Pero más allá de estas circunstancias que representan el viento a favor, hay que poner de relieve la positiva evolución de la cocina. Se advierte que Samuel ha madurado, ha sabido adaptar su cocina al perfil del negocio y del cliente, ha conseguido definir una propuesta gastronómica plural, equilibrada, con un estilo propio y todo ello a partir de la sencillez. No cae en la tentación de la sofisticación, prefiere hacer algo sencillo a partir de una selecta materia prima y dar al plato un toque personal para lograr que el resultado sea «redondo» y sepa a lo que tiene que saber, dejando un resquicio a las nuevas sensaciones en el paladar del cliente.

Un servicio profesional, una buena bodega y las posibilidades que le ofrece la carpa para dar banquetes son otros factores que han llevado a El Remedio a ser reconocido en el Top 10 de Cantabria de una nueva guía presentada esta semana, Macarfi. ¡A este nivel seguro que llegan más reconocimientos!

El restaurante tiene carta –no excesivamente larga– y los pescados del día –limpios, desespinados, con guarnición de patatas revolconas, hechos a la plancha y terminados al horno– se especifican al cliente a la hora de tomar la comanda. Luego están las sugerencias del día, que permiten romper con la rutina y dar alicientes al cliente que visita en repetidas ocasiones este negocio.

La carta es dinámica y se renueva con fluidez. Son inamovibles clásicos como las rabas, las croquetas, el flan de morcilla, los ibéricos, la cecina o la terrina de foie. Interesantes novedades son la vieira con una vinagreta cítrica de mandarina y una tierra crujiente de algas, así como el puerro ahumado. Este se acompaña de una salsa italiana, bagna cauda, elaborada con ajos y anchoa, y se remata con unas nueces. Otro entrante que tiene muy buena acogida es el mejillón tigre, con una cremosidad y un toque picante que entusiasman. Para compartir tiene muy buena aceptación el huevo a baja temperatura con tacos de atún rojo sobre una cama de patata al horno y decorado con sésamo.

Si llegamos al capítulo del pescado nos podemos encontrar con merluza, machote, rape, san martín... En esta ocasión el machote estaba en su punto de sabor y textura, acompañado de la citada patata y de unos puntos de ali oli de placton.

En carnes, muy recomendable el filete ruso con papada ibérica. Se elige solo la cabecera del lomo y se acompaña de trufa rayada que da matices espectaculares. También es admirable el plato de morros de ternera a la vizcaína.

Tres nuevas creaciones ponen el colofón de oro, unas sencillas fresas con un cremosísimo helado de nata; el hojaldre de manzana con un cremoso de chocolate blanco y la tarta de chocolate monovarietal gran cru araguaní de Venezuela. Para volver.

Dirección: Barrio Liandres, s/n. Ruiloba.

Teléfonos: 942107813 y 673164082.

Propietario: Samuel Fernández (en la imagen).

Inaugurado: 2011.

Jefe de cocina: Samuel Fernández.

Jefe de sala y sumiller: José Antonio Vallina.

Estilo de cocina: Tradicional con toques de autor.

Precio medio de la carta: Entre 55 y 60 €.

Menú degustación: 60 €.

Capacidad: 70 comensales.

Terraza: Carpa para más de 150 personas y amplio jardín con más de una veintena de mesas, tanto para tomar el aperitivo como para poder almorzar o cenar.

Horario: Servicio de comidas de martes a domingo. Cenas, viernes y sábado.

Cierra: Lunes todo el día y las noches de martes a jueves y la del domingo.

Bodega: Unas 250 referencias.

Café: Dromedario.

Wifi: Sí.

Aparcamiento: Sí.