Ricas rabas y pescados de garantía en La Mayor de Puertochico

Cuando el producto prima en el plato sobre otros criterios o sobre las guarniciones y cuando las elaboraciones en la cocina consiguen ensalzar las virtudes y bondades de esas materias primas el resultado es sumamente satisfactorio para la gran mayoría de los clientes. Esto ocurre en el restaurante La Mayor, donde se cuida el trato con el cliente y donde se proyecta una cocinan sin florituras ni modernidades mal entendidas. Aquí, a partir de una carta larga y extensa, son los pescados y los mariscos lo que más atraen a un cliente que sabe lo que va a encontrar. Y todo ello, sin olvidar las carnes como el chuletón, la chuleta, el lechazo asado o el solomillo.

Aquí ejerce de jefe de cocina Fernando Roca, que mima los pescados salvajes que luego llegan a la mesa, como la merluza (en salsa verde, a la plancha, rebozada), el rape, el jargo, la lubina, el machote, el rodaballo, la dorada o el cabracho, que sale margnífico del horno con su base de deliciosas patatas 'panadera'.

En temporada también tienen presencia los bocartes, el bonito y los maganos de guadañeta, una joya de la gastronomía del Cantábrico.

En el capítulo de picoteo son recomendables las rabas -bien fritas y con la textura idónea-, varios tipos de ensaladas, las anchoas y los boquerones, los ibéricos y los quesos -Quesoba, de Cantabria-, los callos, la morcilla o la parrillada de verduras. También hay arroces antes de poner el foco en el marisco. De picar, salpicón, pulpo, almejas, gambas, langostinos... y luego todo tipo de crustáceos y moluscos, que se «reúnen» en dos mariscadas, de 68 y 98 euros, para dos personas.